Los procesos de cultivo suelen recibir una atención meticulosa por parte de quienes trabajan con cáñamo, desde la selección de las semillas hasta el cuidado durante la floración. Sin embargo, una vez finalizada la cosecha, todavía quedan etapas críticas que pueden determinar el estado final de las flores: el secado y el curado. Estos momentos no solo son esenciales para preservar la textura y el aroma, sino que también representan un momento en que hay que cuidarlos de enfermedades y enemigos silenciosos, como la botrytis.
Este hongo, también conocido como moho gris, puede desarrollarse incluso después de que los cogollos cbd han sido recolectados y almacenados. La presencia de humedad interna, combinada con condiciones ambientales inadecuadas, puede desencadenar su aparición y arruinar todo el cultivo. Comprender cómo eliminar la botrytis en cogollos secos implica conocer a fondo sus causas, sus señales y las estrategias que permiten controlarla antes de que comprometa toda una cosecha. A continuación, veremos los aspectos que los cultivadores toman en cuenta para prevenir esta amenaza común en sus cultivos de flores CBD.
¿Qué es la botrytis y cómo afecta a los cogollos secos?
La botrytis, comúnmente conocida como moho gris, es uno de los enemigos silenciosos más persistentes en el mundo del cultivo de cáñamo. Este hongo patógeno tiene la capacidad de aparecer en distintos momentos del proceso, desde la floración hasta incluso después del secado, cuando todo parece estar bajo control. En el caso de los cogollos ya secos, su presencia puede resultar especialmente frustrante, ya que afecta a flores que, en apariencia, habían superado todas las etapas críticas del cultivo.
El desarrollo del moho gris en flores secas no solo tiene implicaciones estéticas, sino que también compromete su integridad. Las manchas grisáceas, la pérdida de firmeza y el olor húmedo son algunos de los indicadores más evidentes. Según observaciones científicas recientes, este hongo no necesita demasiado para activarse: basta con que se generen ciertas condiciones internas dentro del cogollo para que encuentre un entorno propicio y comience su expansión (Buirs et al., 2025).
Características del moho gris
La botrytis cinerea es un hongo oportunista. Esto significa que puede permanecer inactivo durante días o semanas, sin dar señales de su presencia, hasta que detecta humedad y calor suficientes para comenzar a crecer. En estudios sobre cultivo en invernadero se ha observado que los días más críticos para su aparición se sitúan entre la quinta y sexta semana de floración. Durante este periodo, el interior de los cogollos suele registrar temperaturas y niveles de humedad más altos que el entorno general, favoreciendo así su aparición.
Las flores infectadas pierden su firmeza, adquieren una textura blanda o quebradiza, y en algunos casos pueden mostrar una capa fina y algodonosa de color gris. Este aspecto no es solo una cuestión visual: la botrytis altera directamente la estructura de la flor, debilitando sus tejidos y disminuyendo su capacidad de conservación.
Condiciones que favorecen su aparición
La aparición de botrytis no ocurre al azar. Existen una serie de condiciones ambientales y físicas que, cuando coinciden, crean el escenario perfecto para su desarrollo. El primer factor clave es la humedad residual. Aunque el secado parezca completo en la superficie, el interior de las flores puede seguir reteniendo agua, sobre todo en variedades especialmente densas. De hecho, se ha registrado que la humedad relativa dentro del cogollo puede ser hasta un 15% más alta que en el ambiente exterior, y la temperatura interna puede aumentar 2,5 °C por encima de la del invernadero.
Este microclima cálido y húmedo no es fácil de detectar a simple vista, pero crea un entorno estable para que las esporas de botrytis se activen. La ventilación deficiente también tiene un papel importante en este proceso. En espacios donde el aire no circula con fluidez, se forman bolsas de humedad que, al quedar atrapadas entre los cogollos, sirven como punto de partida para la infección. Estas situaciones suelen agravarse durante los meses de verano y principios de otoño, cuando las condiciones exteriores tienden a ser más templadas y húmedas.
Por eso el control ambiental es fundamental durante todos los momentos del proceso, incluso en la etapa de poscosecha. Pequeñas variaciones en humedad y temperatura pueden desencadenar problemas importantes si no se identifican a tiempo.
Errores comunes que aumentan el riesgo
La aparición de botrytis en cogollos secos no siempre se debe a causas externas. En muchos casos, ciertos errores durante la manipulación y conservación de las flores pueden favorecer su aparición, incluso cuando el cultivo ha sido exitoso hasta ese momento. Esta sección aborda algunas de las prácticas que, aunque comunes, pueden generar condiciones que activan la presencia del hongo.
Secado inadecuado o acelerado
El proceso de secado es una etapa delicada que requiere paciencia y control. Cuando se expone a las flores a un calor excesivo o a una ventilación demasiado agresiva, la superficie externa puede secarse rápidamente, dando una falsa sensación de que el proceso ha terminado. Sin embargo, el interior del cogollo puede seguir reteniendo humedad, y esa diferencia interna se convierte en un factor de riesgo. Con el tiempo, esa humedad atrapada puede favorecer la formación de hongos, incluso semanas después del secado.
Además, un secado apresurado puede dañar los compuestos aromáticos y volátiles naturales de la flor, reduciendo su integridad tanto en términos de conservación como de calidad.
Fallos en el manicurado o curado
El manicurado, es decir, la remoción de hojas pequeñas alrededor del cogollo, también influye en el desarrollo de la botrytis. Si se realiza de forma muy superficial, pueden quedar restos vegetales que almacenan humedad. En cambio, si se hace de forma demasiado agresiva, se expone directamente la flor, facilitando su deshidratación y debilitando su estructura.
Durante el curado, el almacenamiento hermético sin una adecuada ventilación periódica puede provocar que la humedad liberada por el cogollo quede atrapada. Esta condensación interna genera el entorno exacto que la botrytis necesita para activarse. Por eso, la aireación controlada durante las primeras semanas es tan importante: evita que se formen condiciones internas desequilibradas y protege la flor de posibles infecciones.
Cómo detectar la botrytis en cogollos ya secos
Una de las mayores dificultades asociadas a la botrytis en flores secas es que no siempre se detecta de inmediato. En las etapas iniciales, los signos son discretos y pueden confundirse con variaciones normales de aspecto.
El cambio en la textura suele ser una de las primeras pistas. Un cogollo que se vuelve blando, se desmorona con facilidad o muestra zonas particularmente quebradizas puede estar desarrollando botrytis en su interior. A esto se suma la aparición de manchas oscuras o áreas opacas, junto con una pérdida del brillo natural que caracteriza a las flores sanas. Con el tiempo, puede observarse una capa grisácea, algodonosa y tenue que avanza desde el interior hacia la superficie.
El olor también juega un papel clave. En lugar del aroma habitual, se detecta un olor húmedo, terroso o incluso ligeramente agrio, que indica alteración en la flor. Estas señales suelen hacerse más evidentes durante el curado, por lo que realizar revisiones visuales y olfativas frecuentes permite actuar antes de que el daño se extienda.
Qué hacer si aparece botrytis: pasos para eliminarla
Ante la detección de botrytis en cogollos secos, es fundamental actuar con rapidez. Aunque se trata de un organismo complejo, es posible contener su avance si se aplican medidas efectivas y coordinadas desde el primer momento. Esta sección recoge algunas de las acciones más recomendadas para frenar su desarrollo y proteger el resto de la cosecha.
Separación inmediata del material afectado
Una vez identificado un cogollo infectado, la primera medida es retirarlo con cuidado del resto del lote. Esto debe hacerse con herramientas limpias y desinfectadas, ya que las esporas pueden trasladarse fácilmente por contacto. El material afectado debe descartarse en un espacio separado y no debe dejarse cerca de otras flores, aunque estas parezcan sanas. La prevención de la contaminación cruzada es clave para evitar que el hongo se propague por el entorno.
Ajustes en el entorno de secado
Revisar y mejorar las condiciones ambientales es un paso complementario que puede marcar la diferencia. Una ventilación constante, sin corrientes excesivas, ayuda a mantener niveles de humedad estables. El uso de deshumidificadores puede ser especialmente útil en zonas con climas más húmedos o en temporadas de alta presión ambiental. Se recomienda mantener la humedad relativa por debajo del 55% y evitar fluctuaciones de temperatura. En situaciones extremas, algunos cultivadores recurren al secado solar, aunque esta práctica puede alterar las características originales de la flor.
Aplicación de soluciones biológicas eficaces
En contextos donde se repite la aparición de botrytis o donde se requiere una intervención adicional, pueden aplicarse productos biológicos que reduzcan la incidencia del hongo. Según el estudio de Buirs et al. (2025), uno de los tratamientos más eficaces es el uso de Trichoderma harzianum, un hongo beneficioso que compite directamente con la botrytis y logra reducir su avance hasta en un 91%. Otros compuestos, como los extractos de el aceite de árbol de té, mostraron eficacia variable dependiendo de la etapa y presión de la enfermedad. Estas soluciones deben usarse de forma preventiva, y su efectividad depende en gran medida del momento de aplicación.
Cómo prevenir que vuelva a aparecer
La eliminación de la botrytis no garantiza que no regrese. Por eso, la prevención a largo plazo es un componente esencial del manejo del cultivo y poscosecha. Implementar medidas estables y consistentes ayuda a reducir significativamente el riesgo de que el hongo reaparezca en futuras cosechas o durante el almacenamiento prolongado.
Control ambiental y monitoreo constante
Una de las claves está en mantener el equilibrio ambiental en todo momento. El control de la ventilación, el uso de sustratos bien aireados y la moderación en el riego son prácticas que favorecen un entorno más seco y menos propenso a la aparición de hongos. Durante la floración, utilizar ventiladores desde las primeras semanas permite reducir los niveles de humedad acumulada dentro de los cogollos. Se ha observado que estas medidas podrían disminuir los casos de botrytis hasta en un 81% (Buirs et al., 2025).
El monitoreo frecuente también tiene un valor incalculable. Revisar la humedad, ajustar la temperatura y observar el estado de las flores permite detectar cualquier cambio antes de que se convierta en un problema. Esta vigilancia constante representa una barrera preventiva muy eficaz cuando se combina con buenas prácticas generales de manejo.
Elección de variedades menos densas y resistentes
No todas las variedades de cáñamo se comportan igual frente a la botrytis. Algunas genéticas desarrollan flores más densas, lo que dificulta la circulación de aire en su interior. Durante los meses más cálidos, entre julio y octubre, optar por variedades con estructuras más abiertas ayuda a prevenir la formación de microclimas húmedos. Además, aplicar biocontroladores como Trichoderma entre las semanas 2 y 4 de floración se usa para reforzar la protección antes de llegar al periodo más crítico.
Estas decisiones, cuando se toman con antelación, permiten planificar una temporada de cultivo más segura, disminuyendo la probabilidad de que la botrytis reaparezca.
Conclusión
Eliminar la botrytis en cogollos secos es posible cuando se entiende cómo actúa, qué la desencadena y qué medidas pueden frenar su desarrollo. A través de una combinación de acciones correctivas y preventivas, se puede proteger la integridad de las flores y conservar sus características naturales por más tiempo. Desde la detección oportuna hasta la elección adecuada de variedades, cada decisión cuenta.
En Maionais, las flores CBD seleccionadas pasan por procesos rigurosos de secado, curado y control de humedad que permiten mantener su estructura, color y textura originales. Esta atención a cada detalle ofrece una alternativa confiable para quienes buscan flores cuidadas, limpias y libres de mohos, incluso después del proceso de secado.
Referencias
Cheung, N., Tian, L., Liu, X., & Li, X. (2020). The Destructive Fungal Pathogen Botrytis cinerea-Insights from Genes Studied with Mutant Analysis. Pathogens (Basel, Switzerland), 9(11), 923. https://doi.org/10.3390/pathogens9110923
Buirs, L., Lung, S., & Punja, Z. K. (2025). The epidemiology and management of Botrytis cinerea causing bud rot on greenhouse cultivated cannabis (Cannabis sativa L.). Canadian Journal of Plant Pathology, 1–21. https://doi.org/10.1080/07060661.2025.2478250