El cannabis ha acompañado a la humanidad desde tiempos antiguos. Civilización tras civilización lo ha cultivado por distintas razones, y con el paso del tiempo, cada cultura desarrolló su propio modo de hacerlo. Su historia es tan extensa como las variantes de cultivo que existen hoy. Entre todas esas formas, una ha ganado especial notoriedad en las últimas décadas: el método conocido como Sea of Green, o “mar de verde”.
Este sistema ha despertado interés y busca transformar la manera en que se distribuyen y organizan las plantas durante su crecimiento. Pero ¿qué lo hace tan atractivo para los cultivadores de cogollos CBD y otras variantes de cannabis?
Qué es el método SOG de cultivo de cannabis
El método SOG (Sea of Green) se basa en hacer que muchas plantas crezcan juntas a una altura similar, formando una superficie uniforme que aprovecha al máximo la luz. En lugar de esperar que unas pocas plantas alcancen gran tamaño, se prefiere cultivar más ejemplares de menor altura que florecen casi al mismo tiempo. Así, el conjunto se comporta como una sola masa verde que cubre todo el espacio disponible.
Su origen está ligado al cultivo interior, donde cada centímetro de luz y superficie cuenta. La idea es mantener una organización precisa, de modo que cada planta reciba la misma cantidad de luz y nutrientes. Los cultivadores que emplean este método suelen trabajar con ejemplares de la misma genética, porque así las plantas crecen con características muy parecidas y responden igual a las condiciones del entorno.
Lo que hace especial al SOG es su enfoque en la sincronía. Las plantas crecen de manera coordinada, alcanzan la floración en conjunto y se obtiene una estructura regular, como un tapiz vegetal donde todas las plantas van al mismo ritmo.
Diferencias entre SOG y otros métodos de cultivo
Existen diversos métodos para organizar el crecimiento del cannabis, cada uno con una lógica distinta. El SOG es solo una de esas estrategias, y su mayor diferencia con otras radica en cómo se aprovecha el espacio y el tiempo.
El ScrOG (Screen of Green), por ejemplo, trabaja con pocas plantas más grandes que se guían a través de una malla para expandir sus ramas. De esta manera, cada planta ocupa una superficie amplia y recibe luz de forma pareja. El LST (Low Stress Training) se centra en moldear las ramas suavemente sin podar, favoreciendo también una exposición uniforme a la luz. En cambio, el SOG busca el mismo resultado pero multiplicando el número de plantas pequeñas en lugar de entrenar unas pocas.
Tabla comparativa de métodos populares de cultivo de cannabis
| Método | Enfoque principal | Características destacadas |
|---|---|---|
| SOG (Sea of Green) | Coordinación y uniformidad | Muchas plantas pequeñas que florecen juntas; ritmo de crecimiento sincronizado |
| ScrOG (Screen of Green) | Control individual | Pocas plantas grandes guiadas con una malla; expansión horizontal |
| LST (Low Stress Training) | Moldeado progresivo | Ajustes suaves sin daño a la planta; luz distribuida en toda la estructura |
| Cultivo tradicional | Desarrollo libre | Crecimiento natural sin control estructural ni ritmo sincronizado |
Cada sistema responde a necesidades diferentes. El SOG se enfoca en la organización colectiva, el ScrOG en la optimización de cada ejemplar y el cultivo tradicional en el desarrollo espontáneo. Lo que todos comparten es la búsqueda de equilibrio entre espacio, tiempo y rendimiento.
Ventajas y limitaciones del cultivo SOG
La ventaja clara del método Sea of Green frente a los demás es su sincronicidad. En general, su estructura permite ciclos más regulares. Al reducir la fase de crecimiento y pasar antes a la floración, se consigue un ritmo de producción más constante. Además, al distribuir las plantas de forma compacta, la luz se aprovecha mejor y se genera una cobertura uniforme sin huecos.
Otra de sus fortalezas es la simplicidad visual y logística. Todas las plantas se comportan de manera similar, lo que facilita la observación del conjunto. Los ajustes del entorno, como la intensidad lumínica o la temperatura, se aplican por igual, y la respuesta suele ser homogénea.
Pero es esa misma uniformidad donde reside su mayor desventaja y riesgo: si una sola planta presenta un problema o una diferencia genética, rompe la regularidad del grupo, y puede afectar a todo el conjunto. Por eso el SOG requiere planificación, precisión y estabilidad, desde la selección de la genética hasta el control de las condiciones ambientales.
Cómo preparar un cultivo SOG de marihuana
La preparación de este tipo de cultivos se fundamenta en la organización y la observación. Todo comienza por definir el espacio y mantener el control de las condiciones ambientales: el Sea of Green funciona porque todas las plantas avanzan al mismo ritmo, y eso solo es posible si el entorno está equilibrado.
Los cultivadores suelen trabajar con plantas de la misma genética o procedentes del mismo ejemplar, porque esto garantiza que crezcan de forma parecida. El espacio se distribuye en líneas ordenadas, dejando la misma distancia entre cada planta para que todas reciban una cantidad de luz uniforme. La iluminación debe cubrir el conjunto sin concentrarse en un punto específico, ya que el objetivo es que cada planta reciba la misma energía desde arriba.
En cuanto al control del entorno: la temperatura, la humedad y la ventilación deben mantenerse estables. Cualquier variación brusca puede romper la sincronía del grupo o afectar todas las plantas por igual. También se planifica el tiempo: el SOG busca acortar la etapa de crecimiento y llevar a las plantas a floración cuando aún son jóvenes, lo que permite ciclos más frecuentes. Esta preparación meticulosa es la base de todo el sistema.
Claves de un cultivo SOG de cannabis exitoso
Un cultivo SOG prospera cuando todo el conjunto se mueve con ritmo y coherencia. Los cultivadores que dominan este método operan con constancia y disciplina: cada día repiten las mismas condiciones con precisión, manteniendo luz, temperatura y ventilación estables.
También observan de cerca las plantas, porque en un sistema tan compacto, un pequeño cambio en el color o la postura de las hojas puede anticipar un desequilibrio en todo el ambiente.
También controlan la densidad: demasiadas plantas impiden la circulación del aire, pocas rompen la uniformidad del “mar verde”. La iluminación debe ser pareja, sin zonas con sombra o calor excesivo, y el riego se planifica para que todo el grupo avance igual.
En este método, la atención constante y la capacidad de prevenir los problemas antes de que aparezcan marcan la diferencia entre un cultivo desordenado y uno verdaderamente sincronizado.
Errores comunes en el cultivo Sea of Green
Uno de los errores más graves en el SOG es mezclar plantas de distintas genéticas, lo que genera diferencias en altura y ritmo de crecimiento que rompen la uniformidad. También se falla al colocar demasiadas plantas, saturando el espacio y reduciendo la ventilación, o al hacer lo contrario: dejar demasiados huecos, lo que desperdicia luz y rompe la continuidad del cultivo.
Otro descuido habitual es no medir la distancia entre la fuente de luz y las copas, provocando quemaduras o zonas mal iluminadas. Finalmente, el error más grave puede ser ignorar los pequeños cambios del entorno: una variación de temperatura o humedad puede alterar la sincronía de todo el conjunto.
En el Sea of Green, los errores no se corrigen fácilmente porque afectan a todas las plantas a la vez, por eso el método exige vigilancia, precisión y disciplina diaria.
Una última mirada al método SOG
El Sea of Green es un método donde la observación y la organización son la columna vertebral de todo el cultivo. La coordinación y el ritmo se vuelve aún más importante que la potencia de cada planta individual, pero así mismo los cultivadores deben entrar en el mismo tempo de las plantas que cuidan, volverse parte de ese mar de verde y vida.
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