En el cultivo de cannabis, reconocer si una planta es macho o hembra es fundamental. La diferencia marca el rumbo de todo el proceso: mientras las hembras son buscadas por sus flores ricas en compuestos aromáticos y resinosos, los machos cumplen una función reproductiva liberando polen que, si alcanza a las hembras, cambia por completo el resultado esperado. Por eso, quienes se dedican a cultivar estas plantas saben que una identificación tardía puede llevar a errores costosos, como la pérdida de una cosecha sinsemilla o la proliferación de semillas no deseadas.
A lo largo de este texto se abordará cuándo aparecen las diferencias, qué señales permiten distinguirlas y cómo se pueden observar, tanto con recursos simples como con herramientas especializadas.
Qué significa el sexo en las plantas de cannabis
El sexo en las plantas de cannabis se refiere a la función que desempeña cada ejemplar en la reproducción. A diferencia de las plantas hermafroditas que contienen órganos masculinos y femeninos en la misma flor, el cannabis pertenece al grupo de especies dioicas, lo que significa que tiene individuos separados: unos que producen polen y otros que generan flores capaces de ser fertilizadas.
Las plantas macho forman estructuras reproductivas que liberan polen en el aire. Ese polen viaja y, al entrar en contacto con una planta hembra, fecunda los óvulos que se encuentran en el interior de los cálices. De ese proceso surgen semillas que garantizan la continuidad de la especie. En cambio, las plantas hembra son las que desarrollan las inflorescencias más conocidas, formadas por pistilos que se alargan en busca de polen.
Esto explica por qué los cultivadores suelen preferir unas plantas sobre otras para el cultivo de cogollos de CBD. Mientras que el macho se valora por su función reproductiva y por el material genético que aporta, la hembra es más apreciada por su producción de flores resinosas.
Cuándo se empiezan a ver las diferencias en el cannabis
Aunque las semillas de cannabis no muestran de inmediato si darán lugar a una planta macho o hembra, con el paso de las semanas empiezan a aparecer signos visibles. Estas señales suelen manifestarse en lo que se conoce como preflores, pequeñas formaciones que surgen en los nudos, justo en la unión entre el tallo principal y las ramas laterales.
Generalmente, estas preflores comienzan a observarse entre la cuarta y la sexta semana de crecimiento, aunque este rango puede variar. Factores como la genética, la intensidad de la luz o la temperatura influyen en la velocidad con la que la planta desarrolla sus características sexuales. En algunas variedades de crecimiento rápido las diferencias se detectan antes, mientras que en plantas con ciclos más largos puede tardar un poco más.
Este momento es especialmente interesante porque marca la transición de la fase vegetativa hacia la fase reproductiva. Entenderlo permite seguir el hilo natural de la planta y apreciar cómo cada ejemplar se prepara para cumplir su función dentro del ciclo de vida del cannabis.
Señales para identificar el sexo de las plantas de cannabis
Antes de describir las señales específicas de machos, hembras y hermafroditas, conviene tener presente que todas ellas surgen en los nudos y que al principio pueden ser pequeñas y difíciles de ver. Aun así, con paciencia y observación se distinguen patrones claros.
Señales de planta hembra
Las plantas hembras se caracterizan por desarrollar pistilos. Estos son pequeños filamentos que, en sus primeras etapas, aparecen blancos y delgados, semejando diminutos pelos que se extienden en forma de “V”. Emergen de una base llamada cáliz, y con el tiempo estos pistilos cambian de color hacia tonos anaranjados o marrones conforme avanza la madurez.
Otra señal evidente es la formación de cogollos compactos, agrupaciones de cálices que se concentran alrededor de los nudos. En ausencia de polinización, estas flores femeninas continúan engrosándose y produciendo resina. Esa acumulación de compuestos aromáticos y aceitosos ha sido uno de los motivos por los que las hembras han adquirido mayor notoriedad que los machos en la cultura del cannabis.
Señales de planta macho
Los machos presentan una morfología distinta. En lugar de pistilos, aparecen pequeños sacos redondeados que miran hacia abajo, semejando diminutas bolitas verdes. Estas estructuras son los sacos de polen, que se agrupan en racimos y, con el tiempo, se abren para liberar el polen al aire.
En la fase temprana pueden parecer simples esferas, pero su ausencia de filamentos blancos los diferencia con claridad de las hembras. Además, los machos tienden a mostrar estos signos antes que las hembras, lo que facilita distinguirlos si se observa con regularidad.
Señales de plantas hermafroditas
En algunos casos aparecen plantas con características mixtas. Estas se conocen como hermafroditas y muestran tanto pistilos como sacos de polen en un mismo ejemplar. A veces se concentran en diferentes ramas y en otras ocasiones surgen en la misma zona del nudo.
El hermafroditismo puede darse de manera natural, aunque también se asocia a condiciones de estrés como cambios bruscos de luz o temperaturas extremas. Desde un punto de vista biológico, se interpreta como una estrategia de supervivencia: si no hay machos alrededor, una planta con capacidad de generar polen y pistilos asegura su propia reproducción.
Cómo observar las diferencias en las plantas de cannabis
Una vez que se conocen las señales, surge la duda de cómo observarlas con claridad. Aquí conviene distinguir entre lo que puede hacerse con recursos cotidianos y lo que requiere equipo más especializado.
Métodos sin equipo especial (luz, distancia, cámara del móvil)
Muchas personas comienzan observando sus plantas a simple vista. La luz natural suele ser suficiente para detectar los pistilos o los sacos de polen, siempre y cuando la planta esté en un estado de desarrollo adecuado. Colocarse a una distancia corta y mirar con detenimiento los nudos permite distinguir las primeras formas.
En ausencia de herramientas ópticas, la cámara de un teléfono móvil con modo macro es de gran ayuda. Este recurso amplifica los detalles y hace posible capturar imágenes que luego se revisan con calma, aumentando las posibilidades de notar estructuras que quizá pasaron desapercibidas al ojo desnudo.
Métodos con equipo especial (lupas, fotos macro, etc.)
Quienes buscan mayor precisión suelen utilizar lupas de aumento o microscopios de mano. Estos instrumentos permiten observar de cerca las preflores y reconocer de inmediato si se trata de pistilos o de sacos de polen. Una lupa de 10x, por ejemplo, basta para obtener una visión clara de las diferencias.
También se emplean cámaras con lentes macro más sofisticadas, capaces de captar imágenes de gran resolución. Estas herramientas ofrecen una experiencia casi científica, transformando la observación en un ejercicio detallado y minucioso. En algunos casos, cultivadores profesionales recurren a técnicas de inducción de floración en esquejes para confirmar el sexo de manera temprana, aunque este procedimiento resulta más avanzado y requiere conocimientos específicos.
Preguntas frecuentes sobre el sexo de las plantas de cannabis
¿A qué edad se distinguen con claridad?
La mayoría de las plantas de cannabis muestran sus primeras señales sexuales entre la cuarta y la sexta semana de vida, cuando aparecen las preflores en los nudos. Sin embargo, no todas siguen el mismo calendario. Algunas variedades de crecimiento rápido, como las autoflorecientes, pueden mostrar diferencias incluso antes, mientras que otras con ciclos largos pueden tardar hasta ocho semanas en hacerlo.
¿Se puede confundir una planta joven?
Sí, y es más común de lo que parece. En sus primeras fases, las preflores son diminutas y a menudo se confunden con brotes de nuevas hojas. Muchas veces, quienes observan por primera vez creen ver pistilos cuando en realidad se trata de pequeñas formaciones vegetativas. Por eso se aconseja esperar a que los signos se repitan en varios nudos y, si es posible, comparar con fotografías de referencia. También hay que considerar que algunos machos desarrollan estructuras más temprano que las hembras, lo que facilita su identificación.
¿Qué ocurre si una planta hembra recibe polen?
Cuando el polen de un macho alcanza los pistilos de una hembra, la planta redirige gran parte de su energía hacia la producción de semillas. Como resultado, los cogollos dejan de engrosarse y pierden densidad, ya que la prioridad biológica pasa a ser la reproducción. Este proceso natural no daña a la planta, pero sí altera su destino: en lugar de flores sinsemilla, se obtiene una cosecha con numerosas semillas incrustadas. En términos prácticos, eso significa que el valor de la flor disminuye, aunque la producción de semillas puede ser útil para quienes buscan conservar o multiplicar una genética.
¿Por qué algunas plantas son hermafroditas?
El hermafroditismo en cannabis suele aparecer como una respuesta a condiciones adversas. Estrés por cambios bruscos de fotoperiodo, temperaturas extremas, falta de agua o incluso podas agresivas pueden disparar este mecanismo. Desde un punto de vista biológico, se interpreta como una estrategia de supervivencia: si una hembra no encuentra machos cerca, generar órganos masculinos le permite autopolinizarse y asegurar descendencia. Aunque puede resultar indeseado en un cultivo donde se busca mantener flores sinsemilla, es un recordatorio de la capacidad de adaptación de la especie. En algunos casos también se han documentado líneas genéticas más propensas al hermafroditismo, lo que sugiere que no todo depende del entorno.
Conclusión
Saber si una planta de cannabis es macho, hembra o hermafrodita permite entender mejor por qué cada ejemplar cumple un papel distinto en el cultivo. Las hembras concentran la atención porque sus flores resinosas son las más buscadas, mientras que los machos aportan el polen necesario para que la especie se mantenga. Cuando no se distinguen a tiempo, la confusión puede llevar a que una cosecha entera cambie de rumbo, y eso explica por qué a lo largo de los años los cultivadores han afinado tanto la observación de pistilos, sacos de polen y preflores.
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