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El ritmo del mundo actual puede sentirse demasiado acelerado. Entre las obligaciones, las pantallas y la presión diaria, muchas veces olvidamos lo básico: detenernos, respirar y regalarnos un espacio de calma. No se trata solo de descansar, también de cuidar cuerpo y mente, ofreciéndoles la recuperación que tanto merecen. Quizá por eso se han vuelto tan populares prácticas como el yoga y productos como el CBD, ambos orientados a promover esas pausas que nos permiten equilibrarnos. Y surge la pregunta: ¿qué pasa si se combinan? Muchas personas ya lo están haciendo, y los indicios sugieren que esta unión podría ser mucho más que una moda pasajera. ¿Para qué sirven el Yoga y el CBD? Al ver cómo ambos han crecido en popularidad, es común pensar que hablamos de simples tendencias infladas por las redes sociales. Sin embargo, tanto el yoga como el CBD tienen raíces profundas: el primero con milenios de práctica en diferentes culturas, y el segundo vinculado a tradiciones botánicas que hoy la ciencia moderna ha comenzado a validar. Ambos cuentan con un respaldo que va mucho más allá de la intuición o la moda, con estudios que muestran su potencial real en el bienestar humano. Potenciales beneficios del Yoga según la ciencia El yoga combina movimiento, respiración y atención plena. Quienes lo practican suelen buscar equilibrio entre cuerpo y mente, y la investigación respalda muchas de estas percepciones. Estudios han señalado que el yoga podría mejorar la flexibilidad, favorecer la respiración y la salud cardiovascular, además de contribuir al manejo del estrés, la ansiedad, el dolor crónico y los problemas de sueño (Woodyard, 2011). Pero más allá de los datos, están las experiencias: practicantes de largo recorrido describen que el yoga les ayuda a descansar mejor, afrontar la vida con calma y valorarse de una forma más positiva (Akdeniz & Kaştan, 2023). Este conjunto de evidencias muestra cómo el yoga puede convertirse en un aliado para sentirnos más ligeros y renovados. Potenciales beneficios del CBD El cannabidiol o CBD es un compuesto presente en el cannabis que se diferencia del THC porque no produce efectos psicoactivos. Este detalle ha despertado gran interés científico, impulsando investigaciones en diferentes áreas. Sería imposible detallar todos los descubrimientos del amplio campo de investigación sobre el CBD, pero por ahora te conviene saber que se ha estudiado, por ejemplo, por su potencial para modular la inflamación (Atalay et al., 2019), su posible acción en el manejo del dolor (Hall et al., 2020) y su relación con la relajación y el descanso (Blessing et al., 2015). Aunque todavía hay mucho por descubrir, lo que sí sabemos es que estos efectos apuntan a un denominador común: favorecer la recuperación y el bienestar. Por eso cada vez más personas lo consideran como un apoyo en las pausas que buscan recargar mente y cuerpo. ¿Por qué mezclar CBD y Yoga? Ya vimos cómo cada práctica aporta beneficios de manera independiente. Pero cuando se combinan, sus efectos podrían potenciarse, creando una experiencia más completa. Yoga y CBD comparten la intención de aliviar, equilibrar y centrar. Juntos, podrían ofrecer un camino hacia el bienestar físico y mental que empieza a despertar interés tanto en estudios científicos como en experiencias personales. CBD y bienestar físico en la práctica de Yoga El yoga por sí mismo ayuda a liberar tensiones musculares, mejorar la postura y reducir molestias articulares (Woodyard, 2011), mientras que los practicantes reportan sentir menos dolor y mayor flexibilidad con el tiempo (Akdeniz & Kaştan, 2023). A esto se suma el potencial del CBD para modular la inflamación (Tijani et al., 2021) y favorecer la hidratación celular a través de la proteína aquaporina-3 (Ikarashi et al., 2021). En conjunto, estos factores podrían traducirse en una sensación corporal más ligera, con músculos más flexibles e hidratados, facilitando la fluidez en los movimientos y posturas del yoga. CBD y recuperación tras el esfuerzo corporal La práctica constante de yoga puede aliviar dolores crónicos y mejorar la movilidad de quienes lidian con rigidez o tensión (Woodyard, 2011), y en experiencias reales se ha descrito como un camino para “sentirse más suelto y con menos cansancio” (Akdeniz & Kaştan, 2023). El CBD podría contribuir a este proceso al favorecer la relajación muscular, disminuir la percepción de fatiga y apoyar la recuperación durante el sueño (Rojas-Valverde & Fallas-Campos, 2023). Además, estudios recientes señalan que podría reducir dolor crónico y mejorar la movilidad en exatletas (Hall et al., 2023), lo que tendría implicaciones directas en la capacidad de estiramiento, la constancia y el rendimiento dentro de la práctica de yoga. CBD y calma mental en armonía con la respiración Uno de los aportes más reconocidos del yoga es su efecto en la mente: puede favorecer la calma, reducir la ansiedad y ayudar a desarrollar una mayor conciencia del cuerpo y las emociones (Woodyard, 2011). En paralelo, investigaciones muestran que el CBD podría mejorar la ansiedad a corto plazo (Shannon et al., 2019), ejercer efectos relajantes sostenidos a largo plazo (Han et al., 2024) e interactuar con receptores relacionados con el ánimo y el estrés (Henson et al., 2021). Si se combina con las prácticas de respiración profunda del yoga, que ya de por sí inducen estados de relajación y atención plena, el CBD podría reforzar esa sensación de calma mental, creando un entorno más propicio para la serenidad y el equilibrio interior. ¿Cómo seleccionar el mejor CBD para hacer Yoga? Si estás pensando en integrar el CBD a tu práctica de yoga, conviene tener en cuenta que existen diferentes presentaciones. Algunas personas prefieren alternativas como flores de cbd o aceites por su versatilidad en concentraciones y espectro, mientras que los tópicos como cremas o aceites de masaje destacan en el alivio localizado y la sensación relajante que aportan a nivel muscular. Lo más importante, sin embargo, es la seguridad. Busca siempre opciones que cuenten con certificados de laboratorio, información transparente y cumplimiento de la legalidad vigente (en España, deben contener menos del 0,2% de THC). Un ejemplo confiable es Maionais CBD, una tienda

When talking about cannabis compounds, THC and CBD are almost always mentioned first. THC is known to have psychoactive effects, and CBD has been researched for its immense potential. However, in its shadow has always been a fundamental cannabinoid that was not well known until recently: cannabigerol or CBG. What’s interesting is that, despite its low natural concentration in the plant, CBG plays a central role: it’s known as the “mother cannabinoid” because, without CBG, many of the other cannabinoids like THC or CBD wouldn’t exist. Today in Maionais we will explore the interesting history of this component, how other cannabinoids are generated from it and the potential that science is beginning to find in CBG. History of the discovery of CBG CBG was first identified in the 1960s by researcher Raphael Mechoulam, the same pioneer who isolated and described other key cannabinoids. However, while THC immediately attracted attention for its psychoactive effects and CBD began to be studied for its possible applications, cannabigerol was relegated. The main reason was its low presence in the plant: in most varieties, CBG concentrations are minimal, which made it difficult to obtain enough material for research. This meant that, for decades, hardly any specific studies were carried out on it. Still, some scientific groups remained curious and accumulated data that pointed to its unique role as a precursor to other cannabinoids. Formation and presence of CBG in the cannabis plant CBG comes from a molecule called cannabigerolic acid (CBGA). During the growth of cannabis, specific enzymes act on this acid and transform it into other acidic compounds: THCA, CBDA and CBCA. Subsequently, through processes such as heat or natural aging, these acids are converted into their best-known neutral forms: THC, CBD, and CBC. The key detail is that only a very small fraction of the CBGA avoids this transformation and remains as CBG. Therefore, when analyzing a cannabis plant in its mature state, it is usual to find hardly any traces of this cannabinoid. This fact made it a rare and valuable resource, limited for research for decades. However, that same rarity has been one of the reasons for its appeal. Scientists saw in CBG the opportunity to study a compound that functions as the basis for many others. Understanding how it forms and why it’s so scarce helps explain the biology of cannabis while also opening the door to strategies to obtain it more efficiently. Methods to obtain CBG and advances in its production If CBG is so limited in the plant, how is it obtained in useful quantities? Initially, it can be achieved by processing large amounts of plant material. By applying processes such as decarboxylation, where heat is applied to transform CBGA into active CBG, or some more modern and sophisticated methods such as chromatography, which allow CBG to be isolated in a purer way. Still, the natural scarcity of this cannabinoid remained a challenge for a long time. This increased costs and limited their use and research. Everything changed when, in 2019, a group of researchers from the Polytechnic University of Valencia achieved a remarkable breakthrough: they developed plants that contained more than 15% CBG. They achieved this through selective crosses and breeding techniques, without resorting to genetic modification. Properties of CBG according to scientific evidence The availability of new cannabis strains with high levels of CBG has allowed science to begin to study it in more detail. In this article, we will focus on the reviews of two groups of researchers: Li et al. (2022) and Calapai et al. (2024). Both studies compile the existing evidence and agree that the benefits described below come from laboratory research and animal models. This means that there are still no large clinical trials in humans, so the conclusions should be understood as preliminary. Anti-inflammatory potential of CBG Studies brought together by Li et al. (2022) and Calapai et al. (2024) show that CBG can influence the inflammatory response. In experimental colitis models, for example, cannabigerol reduced intestinal inflammation, decreased the activity of enzymes linked to inflammatory processes, and regulated the production of cytokines, which are key molecules in these reactions. These data show that it could have a role in diseases where chronic inflammation is very present. Antioxidant effects of CBG The research cited in both reviews also indicates that CBG could act as an antioxidant. In cell tests, it was reported that it reduces the generation of free radicals, molecules that damage cells, and would also enhance defensive enzymes that help delay this deterioration. Based on these results, its possible usefulness in combating oxidative damage has been raised. Analgesic properties of CBG Li et al. (2022) and Calapai et al. (2024) also compile work showing how CBG can influence pain perception. Some laboratory tests reported decreased pain sensitivity after administration. Part of this effect would be associated with the interaction with anandamide, a compound of the body itself that regulates functions such as pain, appetite and mood. Antibacterial activity of CBG Bacterial resistance is one of the great current challenges, and in this field the reviews include studies where CBG demonstrated action against some strains of bacteria particularly resistant to other control methods. This opens the door to more research exploring the antibacterial potential of CBG. Impact of CBG on the skin The studies reviewed have also explored the role of CBG in the skin. Research suggests that this cannabinoid helps maintain the natural balance of the epidermis, encouraging skin cells to regenerate properly. In addition, it has been seen that it can soothe skin irritation processes and regulate the production of sebum, which is the natural oil that, when accumulated in excess, promotes problems such as acne. For these reasons, CBG is emerging as a promising ingredient in the development of products focused on skin care. Potential applications and synergies of CBG When analyzing the possibilities of CBG, it is not enough to look at its individual effects. Many researchers have focused on how it behaves in conjunction