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Los cannabinoides: CBD, CBG y CBN

Seguramente los has escuchado, ya sea en forma de flores CBD o aceites con CBG, o incluso hash con CBN. No es casualidad: estos compuestos del cannabis están en boca de todos por las investigaciones que los rodean. Y si te preguntas qué los diferencia o qué papel pueden tener en tu bienestar, estás en el lugar indicado para descubrirlo. ¿Qué son los cannabinoides? Los cannabinoides son compuestos químicos que interactúan con un sistema clave del cuerpo humano: el sistema endocannabinoide. Este sistema está compuesto por una red de receptores distribuidos por todo el organismo, y cumple funciones esenciales en el equilibrio de procesos como el estado de ánimo, la inflamación, el apetito, el sueño o la percepción del dolor. Algunos cannabinoides se producen de forma natural dentro del cuerpo humano y otros provienen de fuentes vegetales. Estos últimos han sido objeto de creciente interés científico por sus posibles aplicaciones en contextos terapéuticos, cosméticos y de investigación. Tipos de cannabinoides Los cannabinoides se dividen principalmente en tres tipos según su origen: endocannabinoides (producidos por el cuerpo), fitocannabinoides (derivados de plantas) y cannabinoides sintéticos (creados en laboratorio). En la planta de cannabis se han identificado más de 100 fitocannabinoides, aunque solo algunos han sido ampliamente estudiados. Entre ellos, el tetrahidrocannabinol (THC) es el más conocido por sus efectos psicoactivos, mientras que el cannabidiol (CBD), el cannabigerol (CBG) y el cannabinol (CBN) han ganado protagonismo por su potencial sin generar alteraciones en la percepción. Comprender estas categorías ayuda a situar mejor el papel de cada compuesto dentro del ecosistema del cannabis y a distinguir entre sus posibles aplicaciones. CBD, CBG y CBN: tres cannabinoides sin efecto psicoactivo El CBD, el CBG y el CBN son tres fitocannabinoides que han cobrado protagonismo en la investigación científica y en el desarrollo de productos legales. A diferencia del THC, no generan efectos psicoactivos, lo que ha facilitado su inclusión en formulaciones cosméticas, aceites de uso tópico o productos destinados al estudio. Aunque comparten origen vegetal y una estructura molecular similar, cada uno interactúa de forma distinta con los receptores del sistema endocannabinoide y otros mecanismos del cuerpo. Esta diversidad de acción ha despertado el interés de investigadores y compradores que buscan alternativas más seguras y accesibles dentro del campo del bienestar. Comprender qué los hace únicos y cómo podrían influir en tu bienestar es el primer paso para explorar su potencial de forma informada. Potenciales propiedades del CBD Origen del CBD en la planta de cannabis El cannabidiol (CBD) es uno de los cannabinoides más abundantes en muchas variedades de cannabis no psicoactivo. Su origen se encuentra en el ácido cannabidiolico (CBDA), que se transforma en CBD mediante procesos como el calentamiento o el envejecimiento natural de la planta. Esta transformación es clave en la extracción y producción de productos con CBD. Gracias a su abundancia natural, estabilidad química y facilidad de extracción, el CBD ha sido ampliamente investigado. Es, de hecho, el cannabinoide más estudiado hasta la fecha, y su versatilidad ha hecho que se incluya en productos para la piel, aceites tópicos, cremas deportivas y más. Cómo actúa el CBD en el organismo Cuando aplicas CBD, este interactúa con el sistema endocannabinoide, una red de receptores que ayuda a mantener el equilibrio en funciones como el estado de ánimo, el dolor o la inflamación. Dentro de este sistema, los receptores CB1 y CB2 son de los que más escucharás hablar gracias a su relación con los efectos y potenciales beneficios de los cannabinoides. Aunque el CBD no activa directamente los receptores CB1 y CB2, sí influye en su actividad, actuando más como un modulador que como un disparador. Además, el CBD también actúa sobre otros receptores importantes, algunos de los que se han estudiado son: los TRPV1, relacionados con la percepción del dolor y la temperatura; los 5-HT1A, involucrados en la regulación emocional; y los receptores PPAR-γ, que cumplen funciones clave en procesos inflamatorios y metabólicos (Blebea et al., 2024). Usos del CBD estudiados en ciencia Los estudios científicos sobre el CBD han abordado una variedad de posibles propiedades, con especial atención en su interacción con procesos como la inflamación, el dolor, la oxidación celular y la regeneración tisular. Por ejemplo, se investiga su capacidad para modular la respuesta inflamatoria sin inhibir completamente los mecanismos naturales del cuerpo (Tijani et al., 2021), así como su potencial para aliviar molestias musculares y dolor neuropático en ciertos contextos (Alpy et al., 2023; Xu et al., 2023). En el ámbito de la hidratación, se ha observado que podría estimular la producción de proteínas como la aquaporina-3, fundamentales para mantener el equilibrio de agua entre células (Ikarashi et al., 2021). Además, el CBD podría participar en procesos de regeneración celular al influir sobre los receptores CB2, lo que sugiere una posible implicación en la cicatrización de tejidos (Parikh et al., 2024). También se explora su capacidad para reducir la producción de sebo en la piel y controlar la proliferación de bacterias vinculadas al acné (Ferreira et al., 2024). Además, algunos estudios indican que puede neutralizar radicales libres, lo que abre líneas de investigación sobre su papel en la protección celular frente a factores ambientales y el envejecimiento (Atalay et al., 2019). Estos son solo algunas de las áreas en que se investiga el CBD y, aunque aún se requieren más ensayos clínicos, los hallazgos actuales justifican el interés que el mundo tiene en este compuesto. Potenciales propiedades del CBG Origen del CBG en la planta de cannabis El cannabigerol (CBG) es conocido como el «cannabinoide madre» porque, en su forma ácida CBGA, da origen a varios cannabinoides importantes como el THCA, el CBDA y el CBCA. Durante el desarrollo de la planta, la mayoría del CBGA se transforma en estos compuestos, lo que deja una cantidad muy pequeña de CBG disponible de forma natural. Gracias al desarrollo de variedades ricas en CBG, hoy es más fácil extraerlo y estudiarlo. Esto ha permitido avanzar en la comprensión de sus propiedades y posibles aplicaciones, que lo distinguen del

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Tipos de CBD: espectros y presentaciones

El universo del CBD incluye una variedad de extractos, fórmulas y presentaciones que pueden despertar muchas preguntas, sobre todo si estás comenzando o quieres comprender mejor las diferencias que existen entre sus distintas formas. Sea que estés empezando y quieras saber por dónde ir, o lleves tiempo usando CBD y busques aclarar algunas preguntas, este artículo está pensado para ti. ¿Cuál es la diferencia entre los tipos de CBD? ¿Qué significa eso de espectro completo o aislado? ¿Y qué tipo de producto encaja mejor con lo que estás buscando? ¿Qué tipos de espectro tiene el CBD? Una de las formas más importantes de diferenciar los tipos de CBD es por su «espectro». Este término hace referencia a los compuestos que permanecen en la fórmula final después del proceso de extracción del cáñamo. Esta planta contiene muchos más componentes aparte del cannabidiol: hay terpenos, que son las moléculas responsables del aroma; flavonoides, con propiedades antioxidantes; y otros cannabinoides menos conocidos como el CBG o el CBN. Según el proceso, un extracto puede conservar todos estos elementos, solo algunos, o únicamente el CBD. CBD de espectro completo (Full Spectrum) El CBD de espectro completo conserva una gran parte de los compuestos naturales presentes en la planta de cáñamo. Esto incluye cannabinoides secundarios, terpenos y una pequeña cantidad de THC que siempre se mantiene por debajo del límite legal permitido (0,2 % en España). Esta combinación permite lo que se conoce como «efecto séquito», una hipótesis descrita por Ethan Russo (2011), que plantea la posibilidad de que los distintos componentes del cáñamo interactúen entre sí para potenciar sus propiedades. Por eso, si te interesa una experiencia más rica y cercana a la composición vegetal original, esta podría ser una buena alternativa. CBD de amplio espectro (Broad Spectrum) El CBD de amplio espectro mantiene muchos de los compuestos del cáñamo, como los terpenos y los cannabinoides secundarios, pero pasa por un proceso adicional que elimina el THC por completo. Esto significa que sigue siendo un extracto complejo y con variedad de elementos vegetales, pero sin la presencia del tetrahidrocannabinol. Es una opción especialmente útil si prefieres no preocuparte por las implicaciones del THC pero valoras fórmulas más completas y cercanas a la naturaleza de la planta. CBD aislado o puro (CBD Isolate) El aislado de CBD es una forma muy precisa de trabajar con este cannabinoide. A través de técnicas de purificación, se obtiene un compuesto que contiene solo cannabidiol, sin restos de terpenos, flavonoides ni otros cannabinoides. Este formato se suele recomendar si tu prioridad es la pureza del CBD, o si buscas evitar por completo otros compuestos de las plantas. Es frecuente en entornos donde se requiere mayor control, como al estar bajo ciertos tratamientos médicos o por razones profesionales. Tipos de presentaciones del CBD Además del tipo de espectro, también puedes distinguir el CBD por los formatos en que se encuentra disponible. Las presentaciones varían no solo en forma o tamaño, sino también en experiencia, forma de aplicación y perfil sensorial. Aquí te mostramos las más comunes para que puedas identificar la que mejor se adapta a lo que necesitas. Flores o cogollos de CBD Las flores de CBD, conocidas también como cogollos, son las partes visibles de la planta que se recolectan y se secan cuidadosamente para conservar su aroma, estructura y composición natural. Proceden del cáñamo industrial, con bajo contenido de THC y un porcentaje significativo de CBD. Lo interesante de este formato es la variedad: cada flor puede ofrecer un perfil diferente de aromas, matices y texturas. Algunas tienen notas cítricas, otras son más terrosas o frutales. Los Mini Buds CBD forman parte de esta categoría; son cogollos más pequeños que comparten las mismas propiedades que los grandes, pero resultan una opción más accesible y económica si deseas probar distintas variedades. Aceites de CBD Los aceites de CBD son una de las presentaciones más utilizadas y versátiles. Se preparan mezclando un extracto de cannabidiol con un aceite portador vegetal, como el de coco, oliva o cáñamo. Esta base permite que el CBD se estabilice y sea fácil de aplicar. Los aceites pueden tener distintas concentraciones, desde un 3 % hasta niveles más altos como 30 o 40 %. También existen versiones que incorporan ingredientes naturales como camomila, vitamina D o cannabinoides como el CBG, lo que amplía las posibilidades de uso. ¿Sabías que el CBD puede ser usado también por animales? (Corsato Alvarenga et al., 2023) Encontrarás también aceites CBD para mascotas, con ingredientes y concentraciones adecuados para su organismo. Hash o resinas de CBD El hash de CBD es una presentación sólida y concentrada que se obtiene a partir de la resina del cáñamo. Según el método de elaboración, su textura puede ir de cremosa a más seca o compacta. Se utilizan técnicas como el tamizado en seco o el prensado mecánico para concentrar los compuestos activos. Este tipo de producto se valora por su intensidad, tanto en aroma como en densidad vegetal. Cada variedad de hash puede presentar matices distintos: desde notas especiadas y terrosas hasta fragancias más dulces. Su aspecto artesanal y su potencia lo hacen atractivo para quienes buscan una experiencia más concentrada. Cosméticos con CBD: cremas, bálsamos y productos tópicos En el ámbito del cuidado corporal, el CBD también ha encontrado su lugar. Hoy puedes encontrar una amplia gama de cosméticos que lo incluyen como ingrediente activo: cremas hidratantes, bálsamos labiales, pomadas o aceites para masajes. Estos productos están pensados para aplicarse sobre la piel y suelen combinar el cannabidiol con extractos vegetales como aloe vera, manteca de karité o aceites esenciales. Aunque las investigaciones siguen en curso, muchos los integran en rutinas de bienestar por su textura, su potencial efecto calmante y su versatilidad en el uso tópico. ¿Cómo elegir el tipo de CBD más adecuado para ti? Tomar una decisión puede parecer difícil con tantas opciones disponibles, pero no tiene por qué serlo. Lo primero que te recomendamos es pensar en tus objetivos y en qué tipo de experiencia estás

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Tipos de Aceites CBD

En el mundo del bienestar, los aceites CBD se han ganado un lugar importante. Es muy posible que hayas escuchado hablar sobre ellos, incluso que estés considerando comprar uno, pero te despiertan muchas preguntas: ¿qué los hace distintos entre sí? ¿Por qué algunos aceites contienen más compuestos que otros? ¿Y cómo puedes saber cuál se adapta mejor a lo que estás buscando? A lo largo de este artículo, te explicaremos en qué se diferencian según su composición, qué ingredientes pueden acompañarlos y cómo se presentan también en distintas fórmulas. En Maionais trabajamos con distintas alternativas, y creemos que comprender lo que usas es parte esencial de tu bienestar. ¿Qué es un aceite de CBD? Antes de entrar en los tipos de aceite, conviene detenernos un momento para entender bien qué es este producto. Cuando hablamos de aceite de CBD, nos referimos a una preparación que combina extractos del cáñamo con un aceite vegetal. El cáñamo es una variedad del cannabis con muy bajos niveles de THC, que es la sustancia más conocida por sus efectos psicoactivos. El CBD, en cambio, es un cannabinoide no psicoactivo que ha llamado la atención por su potencial y su perfil de seguridad. Este extracto se mezcla con aceites como el de coco, oliva o semilla de cáñamo, que permiten estabilizar la fórmula y facilitar su aplicación. Según cómo haya sido elaborado, un aceite puede conservar diferentes elementos del cáñamo original o centrarse solo en el cannabidiol. Y es justo esa elección la que da lugar a los distintos tipos de aceites que encontrarás en el mercado. Diferencias según el espectro de los aceites CBD Una de las formas más comunes de clasificar los aceites CBD es según su «espectro». Esta palabra hace referencia al conjunto de compuestos que contiene cada fórmula. El cáñamo no solo aporta CBD: también contiene otros cannabinoides, terpenos (que son moléculas con aroma) y flavonoides (compuestos vegetales con otras propiedades potencialmente beneficiosas). Según el proceso de extracción y filtrado, algunos aceites mantienen más de estos elementos, mientras que otros optan por una fórmula más simple. Aceite de espectro completo Este tipo de aceite conserva la mayoría de los compuestos que están presentes en la planta del cáñamo. Además del CBD, suele contener pequeñas cantidades de otros cannabinoides como el CBG o el CBN, así como terpenos naturales y una cantidad muy baja de THC, siempre por debajo del 0,2 %, que es el límite legal permitido. Lo interesante de este tipo de fórmula es que se apoya en lo que algunos estudios han llamado «efecto séquito»: una posible interacción entre los distintos componentes del cáñamo que podría amplificar sus propiedades de forma conjunta. Aunque todavía se investiga su verdadero alcance, muchas personas valoran este tipo de extractos por su riqueza química y por conservar la complejidad natural de la planta. Aceite de amplio espectro Muy similar al anterior, el aceite de amplio espectro también incluye varios compuestos del cáñamo, como cannabinoides menores y terpenos. La principal diferencia es que pasa por un proceso de purificación para eliminar completamente el THC. Esto lo convierte en una opción que sigue siendo completa en términos de variedad vegetal, pero sin la presencia de ese cannabinoide en particular. Se considera una buena alternativa si te interesa una fórmula cercana a la natural, pero prefieres evitar cualquier rastro de tetrahidrocannabinol. Aceite de CBD aislado El aislado es la forma más depurada de los aceites con cannabidiol. En este caso, la fórmula contiene exclusivamente CBD, sin terpenos ni otros cannabinoides. Para obtenerlo, se separa el cannabidiol del resto de los compuestos del cáñamo mediante procesos específicos de purificación. Es una opción que algunas personas eligen por su previsibilidad y simplicidad. Puede resultar útil cuando se desea tener un control total sobre lo que se está utilizando, especialmente en entornos donde se aplican normativas estrictas o se busca evitar cualquier interacción con otros compuestos vegetales. Ingredientes adicionales en los aceites CBD Más allá del tipo de espectro, también existen aceites que incorporan ingredientes complementarios de origen natural. Estas fórmulas buscan ofrecer un perfil más diverso, en función de distintas necesidades o preferencias. Algunos productos incluyen cannabinoides menores como el CBG o el CBN, que también están siendo estudiados por su potencial. Otros suman elementos como extractos naturales, aceites esenciales o vitamina D, conocidos por sus posibles aportes al bienestar cotidiano. En todos los casos, se trata de combinaciones que buscan ampliar el campo de acción del aceite. En Maionais desarrollamos distintas versiones que contemplan este tipo de variantes, asegurándonos de escoger unicamente ingredientes naturales y explicarlo todo en nuestra tienda, para que puedas elegir con la seguridad de saber exactamente qué contiene cada opción. ¿Cuál tipo de aceite CBD escoger según el espectro? La razón principal por las que muchas personas prestan atención al tipo de espectro en los aceites CBD es el llamado «efecto séquito». Esta expresión hace referencia a la posible sinergia que ocurre cuando varios compuestos del cáñamo actúan de manera conjunta. En lugar de observar solo el cannabidiol, esta mirada propone que los terpenos, cannabinoides menores y otros elementos de la planta podrían interactuar entre sí, amplificando o modulando su efecto general. En su revisión de 2011, el investigador Ethan Russo sugirió que esta interacción entre cannabinoides y terpenos podría tener un impacto relevante en los beneficios percibidos, así como en la forma en que se toleran algunos compuestos (Russo, 2011). Por eso, tanto el aceite de espectro completo como el de amplio espectro son frecuentemente elegidos por quienes desean fórmulas que conserven parte de esa riqueza química. Al mantener múltiples compuestos vegetales, estos aceites podrían aprovechar mejor ese posible efecto combinado, en comparación con un aceite que contiene únicamente CBD aislado. Ahora bien, eso no significa que el CBD aislado no tenga ventajas. Una de sus principales fortalezas es ofrecer una fórmula limpia y sin otros compuestos presentes en el cáñamo, lo que permite evitar completamente elementos como el THC. Además, al trabajar solo con cannabidiol purificado, puedes tener la tranquilidad de

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¿Qué es el CBDP?

Todos hemos escuchado hablar del CBD y el THC, pero las investigaciones recientes sobre cannabinoides han revelado que el cannabis contiene una diversidad de moléculas que apenas estamos empezando a explorar. Entre ellas se encuentra el CBDP, un fitocannabinoide que ha captado la atención de algunos grupos científicos por su estructura poco común y su potencial biológico aún por descubrir. En este artículo te contamos qué se sabe hasta ahora sobre él, en qué se diferencia del CBD que ya conoces y qué tipo de investigaciones se están desarrollando para descubrirlo. ¿Qué es el CBDP o cannabidiforol? Aunque su nombre recuerda al CBD, el CBDP o cannabidiforol forma parte de una subfamilia de cannabinoides conocidos como phoroles, un grupo recientemente identificado en la planta de cannabis y caracterizado por tener una cadena alquílica de siete carbonos. Esta variación en su estructura química es poco común entre los cannabinoides naturales y es la clave del interés que ha despertado. Algunos creen que los compuestos con esta característica tienen una potencia superior, como parece ser el caso del THCP, otro cannabinoide de la misma subfamilia. Se considera un fitocannabinoide natural, ya que ha sido identificado en la planta de cannabis. Sin embargo, actualmente no es posible conseguir plantas de CBDP de la misma manera en que obtenemos flores de CBD. El cannabidiforol aparece en cantidades extremadamente bajas de forma natural, lo que hace muy difícil su obtención directa. Por esa razón, el CBDP que se encuentra hoy en el mercado suele ser elaborado en procesos de laboratorio a partir de extractos aislados. Es por esto que suele encontrarse como un cannabinoide semisintético, a pesar de existir de forma natural dentro de la planta. Historia del descubrimiento del CBDP Hoy en día se le reconoce como un componente natural del cannabis, pero su historia comenzó en un laboratorio, décadas atrás. En 1945, se documentaron por primera vez los efectos del THCP, otro cannabinoide con estructura similar, a través de un análogo sintético, es decir que fue creado en laboratorio. Estas primeras observaciones abrieron el camino para que, eventualmente y gracias al avance de las técnicas de síntesis, se pudiera producir también el CBDP en laboratorio, incluso antes de saber que existía en la planta. Pero mucho tiempo después, en 2019, un equipo logró detectar pequeñas cantidades de CBDP en una variedad específica de cannabis. Este hallazgo permitió reclasificarlo como fitocannabinoide, es decir, como un compuesto producido naturalmente por la planta. Sin embargo, su presencia sigue siendo tan escasa que la mayoría de lo que se estudia sobre él proviene de versiones sintéticas. Al ser un cannabinoide tan escaso, hay aún muy pocos estudios sobre él, por lo que su perfil biológico y sus características todavía se encuentran en etapas muy tempranas de investigación (Haghdoost et al., 2024). ¿En qué se diferencia del CBD (a nivel estructural)? Desde una perspectiva química básica, la diferencia principal entre el CBDP y el CBD es la longitud de la cadena lateral alifática que forma parte de su estructura molecular. Mientras el CBD posee una cadena de cinco carbonos, el CBDP se caracteriza por tener una de siete carbonos. ¿Por qué esto importa? Porque se ha planteado la hipótesis de que las cadenas laterales más largas podrían aumentar la afinidad con ciertos receptores del cuerpo, haciéndolos potencialmente más eficaces. Esta idea ganó fuerza a partir del caso del THCP, que parece tener efectos e interacciones más fuertes que el THC (Haghdoost et al., 2024). A partir de ahí, muchos se preguntaron si algo similar ocurriría con el CBDP respecto al CBD. Sin embargo, los estudios actuales no respaldan del todo esa suposición. El estudio de Haghdoost et al. (2024), uno de las pocas investigaciones disponibles sobre este compuesto, no encontró mayores diferencias en su potencia e, incluso, señaló que el CBD podría ser más efectivo en ciertos casos. Por eso, aunque estas diferencias estructurales son importantes, aún queda mucho por investigar para comprender cómo se traducen en efectos reales en el cuerpo. Diferencias de los efectos del CBDP respecto al CBD Entonces, ¿el CBDP se comporta distinto en el cuerpo? Para entender esto, es útil recordar cómo funcionan los cannabinoides en el organismo. Estos compuestos interactúan con el sistema endocannabinoide, una red de receptores que ayuda a regular funciones clave como el dolor, el apetito, el estado de ánimo o la respuesta inmunitaria. Los receptores más conocidos son el CB1, relacionado con el sistema nervioso, y el CB2, que actúa principalmente sobre el sistema inmune. En estudios recientes, como el de Haghdoost et al. (2024), se analizó la interacción tanto del CBD como del CBDP con estos receptores. Los resultados mostraron que ambos compuestos generaron respuestas bastante suaves. En el CB1, ninguno de los dos produjo efectos significativos. En el CB2, el CBD mostró una actividad ligeramente mayor. También se evaluaron otros receptores como los de serotonina y dopamina, asociados a funciones como el estado de ánimo o la motivación. Allí, el CBD mostró una leve actividad, mientras que el CBDP tuvo un comportamiento casi nulo. A pesar de estas similitudes, se observó una diferencia interesante en uno de los receptores fuera del sistema endocannabinoide tradicional, lo que abrió una posible línea de investigación que exploramos a continuación. Potencial del CBDP para manejar el dolor Uno de los hallazgos más relevantes del estudio fue la forma en que el CBDP interactuó con el receptor mu-opioide (MOR), una proteína clave en los mecanismos del dolor. Este receptor no pertenece al sistema endocannabinoide, pero es esencial en muchas terapias analgésicas tradicionales. En el estudio, el CBDP mostró una acción distinta a la del CBD: en lugar de disminuir la actividad del receptor (como lo hace el CBD), pareció potenciarla cuando ya había otra sustancia actuando sobre él. Esto sugiere que el CBDP podría actuar como un modulador alostérico positivo. En otras palabras, no activa el receptor por sí solo, pero podría ayudar a amplificar su señal si otro compuesto ya lo ha activado. Este tipo de interacción abre la

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Efecto séquito: cómo interactúan los cannabinoides

Cuando se habla de cannabis, muchas veces se piensa en compuestos individuales como el THC o el CBD. Sin embargo, desde hace años, científicos y profesionales del sector han empezado a mirar más allá de los ingredientes aislados. ¿Qué ocurre cuando los distintos componentes de la planta interactúan entre sí? La respuesta a esa pregunta ha dado lugar a una hipótesis cada vez más explorada: el efecto séquito. Este concepto propone que los efectos del cannabis podrían no depender únicamente de un cannabinoide específico, sino de la acción conjunta de varios compuestos como terpenos, flavonoides y otros cannabinoides secundarios. Es una idea que ha captado el interés tanto en contextos de bienestar como en espacios de investigación. En este artículo, te acompañamos a descubrir qué se ha observado, qué se ha sugerido en los estudios y por qué este enfoque podría ser clave para comprender mejor el potencial del cannabis. El efecto séquito del cannabis: una hipótesis en evolución El efecto séquito se refiere a una posible sinergia entre los distintos compuestos presentes en el cannabis. Más que actuar por separado, estos componentes podrían influirse entre sí y producir efectos más amplios, diferentes a los que tendría cada uno por su cuenta. Esto podría ayudar a explicar por qué dos variedades de cannabis, aun con niveles similares de THC o CBD, pueden generar respuestas distintas. La diferencia podría estar en su perfil químico completo, es decir, en la combinación de muchos compuestos trabajando juntos. Para quienes se acercan al cannabis desde la curiosidad o desde la experiencia personal, este concepto abre nuevas preguntas: ¿Influye el aroma? ¿Importa la presencia de compuestos que casi no se mencionan? ¿Tiene sentido preferir productos que conserven todos los elementos de la planta? En ese tipo de preguntas es donde se observa la complejidad y posibilidades que abre el efecto séquito. Origen del término en la investigación científica El concepto fue introducido por Ben-Shabat et al. (1998), quienes investigaban el sistema endocannabinoide del cuerpo humano. Observaron que algunos compuestos que por sí solos no generaban efectos claros podían, en cambio, potenciar los efectos de otras sustancias que sí interactuaban directamente con los receptores del organismo. Esa idea de que algunos elementos «acompañan» y refuerzan a otros dio lugar al nombre de efecto séquito. Años después, el investigador Ethan Russo (2011) retomó el concepto y lo aplicó al cannabis vegetal. Su propuesta fue que los cannabinoides y terpenos podrían tener efectos combinados que modifiquen tanto los beneficios observados como los posibles efectos secundarios. Algunos ejemplos que propuso incluyen la capacidad del CBD para reducir la ansiedad provocada por el THC, o la posibilidad de que ciertos terpenos suavicen el impacto cognitivo del mismo THC. Qué compuestos del cannabis podrían participar en el efecto séquito Esta sección nos permite mirar de cerca los distintos actores químicos que podrían estar implicados en el efecto séquito. Más allá de los más conocidos como el CBD o el THC, habría toda una red de componentes que interactúan de formas complejas. Entender su papel podría ayudarte a elegir con más criterio entre distintos productos de cannabis. Cannabinoides secundarios: CBG, CBN y CBC en interacción con THC y CBD Los cannabinoides son los compuestos activos más conocidos del cannabis, pero dentro de esta categoría hay más variedad de la que suele mencionarse. Además del THC y el CBD, existen otros como el CBG (cannabigerol), el CBN (cannabinol) y el CBC (cannabicromeno). Estos cannabinoides llamados «secundarios» no son menores en importancia: se ha propuesto que podrían influir en cómo actúa el CBD o alterar la forma en que se percibe el efecto general del producto. Sainz Cort (2024) explica que cada variedad de planta presenta un quimiotipo distinto. Esto significa que los porcentajes de cannabinoides y otros compuestos varían de forma natural, generando combinaciones únicas. Justamente en esa diversidad podría encontrarse la clave para entender por qué un mismo porcentaje de CBD produce efectos diferentes según la variedad. Terpenos del cannabis y su posible efecto modulador Los terpenos son los compuestos responsables del aroma característico del cannabis, pero su función podría ir más allá del olor. Algunas investigaciones han sugerido que también podrían influir en el sistema nervioso, interactuando con los receptores cannabinoides o modificando la biodisponibilidad de otros compuestos. Por ejemplo, el mirceno ha sido asociado a sensaciones de relajación, el limoneno a estados de ánimo más activos y el pineno a una posible mayor claridad mental. Voicu et al. (2019) encontraron que algunos de estos terpenos presentan afinidad por receptores como el CB2, que están implicados en la regulación del sistema inmune. Aunque estos efectos aún están en estudio, la posibilidad de que el aroma y los efectos vayan de la mano es una de las razones por las que los terpenos generan tanto interés. Flavonoides y compuestos menos estudiados: un campo en expansión En menor medida, los flavonoides también están presentes en el cannabis. Son compuestos naturales que se encuentran en muchas plantas y que podrían tener propiedades antioxidantes o antiinflamatorias. Marinotti y Sarill (2020) mencionan que estos elementos, aunque no siempre se consideran protagonistas, podrían actuar como piezas complementarias que enriquecen el perfil general del producto. Aún falta mucho por descubrir sobre su papel específico, pero su presencia es una parte más de la complejidad natural del cannabis. Posibles beneficios del efecto séquito en el cannabis según estudios científicos Comprender cómo podría funcionar el efecto séquito permite abrir nuevas puertas a distintas aplicaciones potenciales del cáñamo y otras variedades de cannabis. A continuación te contamos en qué contextos los estudios han comenzado a explorar su utilidad. Inflamación y sistema inmune: interacción entre terpenos y cannabinoides Uno de los focos principales de investigación ha sido la inflamación. El sistema inmune regula muchas funciones del organismo y responde ante daños, infecciones o desequilibrios. Algunos estudios han observado que la acción conjunta de cannabinoides como el CBD con terpenos específicos podría tener un impacto en los procesos inflamatorios. Por ejemplo, Voicu et al. (2019) destacaron el papel del mirceno y el

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Diferencias entre CBD y CBG

Todos hemos escuchado hablar del CBD. Es normal que, cuando se habla de cannabinoides, sea el cannabidiol el que se lleve toda la atención. Sin embargo, existe una amplia variedad de compuestos en esta planta que también empiezan a destacar por sus características particulares. Entre ellos, el CBG, llamado “cannabinoide madre”, ha llamado la atención. Ambos compuestos derivan del cannabis, no son psicoactivos y han sido objeto de estudios científicos por sus posibles efectos sobre el bienestar. Ahora bien, ¿qué los hace diferentes? ¿Cómo actúan en el organismo? Y sobre todo, ¿por qué escoger entre CBG y CBD (o los dos)? CBD y CBG: origen, características y evolución Antes de ver cómo actúa cada uno en el cuerpo, conviene entender de dónde vienen y cuál ha sido su recorrido. Aunque ambos provienen de la misma planta, sus concentraciones, funciones y presencia en productos disponibles son muy distintas. ¿Qué es el CBD y por qué ha ganado protagonismo? El cannabidiol, o CBD, es uno de los cannabinoides más estudiados de la planta de cannabis. Se encuentra en mayor concentración que otros compuestos y, a diferencia del THC, no altera la percepción ni el estado mental. Su perfil ha sido explorado en distintos contextos por su posible capacidad para influir en el equilibrio del sistema nervioso, la inflamación y el descanso. Esta presencia amplia y su versatilidad de aplicaciones lo han convertido en un aliado de la industria del bienestar e incluso un ingrediente común en cremas, bálsamos o aceites CBD. ¿Qué es el CBG y por qué llama la atención? El cannabigerol, o CBG, es menos conocido, pero resulta clave en la biosíntesis de otros cannabinoides. Su forma ácida (CBGA) es el punto de partida del que derivan el CBD, el THC, el CBC y otro scannabinoides, de allí que sea conocido como “el cannabinoide madre”. Sin embargo, dado que gran parte del CBGA se convierte en estos otros compuestos durante la maduración de la planta, el CBG suele encontrarse en concentraciones muy bajas. Solo recientemente, gracias al avance en técnicas de cultivo y el desarrollo de cepas específicas, se ha logrado obtener mayores cantidades. Se ha comenzado a estudiar su posible influencia en áreas como la salud digestiva, la respuesta inmunológica o la actividad neuronal. Cómo actúan el CBD y el CBG en el organismo Tanto el CBD como el CBG interactúan con el sistema endocannabinoide, una red biológica que participa en funciones como el dolor, el estado de ánimo y la respuesta inflamatoria. Sin embargo, lo hacen de formas distintas. El CBD no se une directamente a los receptores CB1 y CB2, sino que los modula de forma indirecta. Esta característica le otorga cierta flexibilidad en cómo influye sobre distintos procesos del cuerpo. El CBG, en cambio, ha mostrado afinidad más directa por estos receptores. Se le considera un agonista parcial, lo que significa que podría activar ciertos mecanismos con mayor especificidad. Esta diferencia ha llamado la atención en estudios que analizan su posible efecto más localizado o inmediato en determinadas funciones (Calapai et al., 2022). Otros mecanismos estudiados: receptores y enzimas Ambos cannabinoides también han sido analizados por su interacción con otros sistemas del cuerpo. Uno de ellos es el receptor TRPV1, vinculado con la percepción del dolor y la temperatura. Otro es la enzima FAAH, que regula los niveles de anandamida, una molécula natural asociada con el equilibrio emocional y la sensación de alivio. Estos caminos paralelos permiten observar que tanto el CBD como el CBG podrían influir en procesos similares, aunque a través de rutas distintas. Propiedades del CBD y del CBG: qué se ha estudiado y cómo podrían influir en el bienestar Muchos de los estudios sobre estos cannabinoides se han centrado en observar cómo podrían participar en procesos relacionados con la inflamación, el malestar físico o el funcionamiento del cerebro. Aunque la investigación sigue en desarrollo, hay ciertas áreas donde los resultados preliminares han despertado bastante interés. Actividad antiinflamatoria y antioxidante: comparativa entre CBD y CBG El CBD ha sido ampliamente estudiado por su posible capacidad para influir en moléculas del sistema inmune conocidas como citoquinas, que están relacionadas con las respuestas inflamatorias del cuerpo (Atalay et al., 2019). Esta propiedad ha sido explorada en relación con molestias articulares o problemas en la piel. Por otro lado, el CBG ha sido analizado en estudios de laboratorio sobre inflamación intestinal, incluyendo afecciones como la colitis, donde se observa que podría intervenir en cómo se regula la inflamación (Li et al., 2022). Además, ambos compuestos han sido reconocidos por su potencial como antioxidantes. Esto significa que podrían ayudar a neutralizar los radicales libres, unas moléculas que dañan las células y están asociadas con el envejecimiento y otras alteraciones celulares (Calapai et al., 2024). En conjunto, estas acciones protectoras de ambos compuestos han dado lugar a nuevas líneas de investigación sobre su papel en el equilibrio general del cuerpo. CBD y CBG frente al dolor: posibles diferencias en sus mecanismos En cuanto al dolor, el CBD ha sido vinculado con su interacción con una proteína llamada TRPV1, que forma parte de un sistema que regula la percepción del dolor y la temperatura corporal (Blebea et al., 2024). Por eso se ha considerado en estudios que investigan molestias prolongadas, tensión muscular o rigidez en articulaciones. El CBG, aunque se ha estudiado menos, también ha mostrado señales prometedoras. Se ha observado que podría interactuar de manera más directa con receptores específicos del sistema endocannabinoide, como los llamados CB1 y CB2. Esta interacción podría estar relacionada con efectos más específicos en tipos de dolor como el agudo o el de origen nervioso (Li et al., 2022; Calapai et al., 2024). Esto sugiere que cada uno de estos compuestos podría actuar en momentos o tipos de malestar específicos. Potencial neuroprotector del CBD y el CBG según investigaciones actuales También se han analizado los efectos del CBD y el CBG en el sistema nervioso. En el caso del CBD, los estudios sugieren que podría ayudar a reducir la inflamación en el

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CBD para tendinitis: cómo aliviar la inflamación

La tendinitis es una inflamación que afecta directamente a los tendones, esos tejidos que unen el músculo con el hueso. Cuando aparece, el cuerpo lo manifiesta con molestias en ciertas zonas y dolores que te dificultan moverte como sueles hacerlo. A veces mejora con reposo, pero puede ser tan incómoda que es natural que busques soluciones más rápidas para poder seguir tu día a día. En los últimos años, el uso de CBD para tendinitis ha despertado interés como una alternativa que podría actuar de forma localizada sobre la inflamación. Este artículo explora cómo funcionaría, qué fundamentos científicos respaldan su uso y de qué manera podría incorporarse dentro de una rutina de cuidado personal en forma de cremas o aceites con CBD. La tendinitis y su relación con la inflamación Tal vez ya te ha pasado: un dolor persistente en el hombro, el codo o la rodilla, que empeora cada vez que repites cierto movimiento. Esa molestia podría ser tendinitis. Esta afección aparece cuando uno de tus tendones, que son los tejidos que conectan los músculos con los huesos, se inflama o se irrita.La inflamación que provoca la tendinitis suele estar relacionada con movimientos repetitivos o sobrecarga en ciertas zonas del cuerpo. Es común en deportistas, pero también en personas que trabajan muchas horas frente al ordenador, o en quienes levantan peso de forma frecuente. Además, con la edad los tendones pierden elasticidad, lo que aumenta el riesgo de sufrir este tipo de lesiones. El dolor localizado, la sensibilidad al tacto o la hinchazón son señales claras de que algo no va bien. Si bien el reposo ayuda, compuestos activos que trabajen sobre la inflamación podrían ser aún más efectivos y rápidos para regresarte a tu rutina y movilidad normal. Cómo actúa el CBD sobre la inflamación por tendinitis Cuando algo en el cuerpo no va bien, una de sus respuestas naturales puede ser la inflamación. Sin embargo, cuándo esa respuesta se descontrola puede causar molestias más largas o más intensas de lo necesario. Ese es el caso de la tendinitis. El CBD podría ayudarte a manejar la inflamación al interactuar con una red natural de tu cuerpo llamada sistema endocannabinoide que está involucrada en la modulación de respuestas inmunes e inflamatorias. Estudios como el de Atalay et al. (2019) sugieren que el CBD podría ayudar a reducir ciertas moléculas inflamatorias, conocidas como citocinas, sin apagar por completo las defensas del cuerpo. También podría ayudar a modular las acciones del sistema endocannabinoide de forma indirecta, es decir que no interrumpe los procesos naturales del cuerpo pero sí puede hacerlos menos incómodos. Además, el mismo estudio señaló que podría tener propiedades antioxidantes, lo que significa que podría proteger los tejidos afectados frente al desgaste causado por procesos inflamatorios prolongados. Qué dicen los estudios sobre el CBD y la inflamación Además del que ya mencionamos, un gran número de estudios han buscado las posibles aplicaciones de este potencial anti-inflamatorio del CBD. Desde la piel hasta el ámbito deportivo. Este último es particularmente interesante porque, en un estudio de Rojas-Valverde y Fallas-Campos (2023), se observó que el CBD podría favorecer la recuperación en deportistas tras entrenamientos exigentes. Esto ocurría gracias a que apoyaba el reposo, mejoraba su movilidad y, como hemos dicho, apoyaba la reducción en la inflamación del cuerpo tras su esfuerzo físico, facilitando su recuperación. Todos estos aspectos, como ya hemos mencionado, influyen en la sensación incómoda de la tendinitis, lo que podría indicar que el CBD podría ser efectivo en casos que involucren estas molestias. Aplicación tópica del CBD: una herramienta localizada Una de las formas más comunes de usar el CBD en este tipo de situaciones es a través de su aplicación directa sobre la piel. El estudio de Palmieri et al. (2019) señaló que los receptores CB2 con los que interactúa el CBD, están presentes también en el tejido cutáneo. Esto significa que podría ser posible aplicarlo directamente en las zonas afectadas, como el cuello o una articulación específica. Puedes encontrarlo en cremas y aceites pensados para aplicarse justo donde sientes el malestar. Guía para aplicar aceites y cremas CBD paso a paso Cuando se trata de aliviar zonas inflamadas por tendinitis, los aceites con CBD ofrecen versatilidad en la manera en que puedes usarla. Los usos tópicos son muy útiles para actuar sobre el area afectada, sin afectar al resto del cuerpo. La mayoría de los aceites vienen listos para aplicar, pero algunas personas optan por combinarlos con un aceite portador neutro, como el de almendra o jojoba, si quieren ajustar la textura o reducir la concentración. También existen quienes prefieren elaborar sus propias cremas caseras utilizando aceites con CBD como base, aunque esto requiere precaución y un conocimiento más profundo de los ingredientes involucrados. En cualquier caso, aplicar el aceite con un suave masaje circular sobre la piel limpia, y observar cómo reacciona tu cuerpo, suele ser una forma segura de empezar. Conclusión Cuando hay tendinitis, el movimiento cambia. A veces se vuelve más lento, más tenso, más incómodo. Aplicar aceite con CBD directamente sobre la zona afectada podría ayudarte a aliviar esa molestia sin alterar el resto de tu cuerpo. Es una opción sencilla de incorporar a tu día, sin dejar de lado otras estrategias de cuidado. Si estás buscando un producto que acompañe tu recuperación de forma localizada, en maionais puedes explorar diferentes tipos de aceites, con concentraciones y formatos pensados para que encuentres justo lo que necesitas. El primer paso puede ser tan simple como probarlo con atención y ver cómo responde tu cuerpo. Referencias Atalay, S., Jarocka-Karpowicz, I., & Skrzydlewska, E. (2019). Antioxidative and Anti-Inflammatory Properties of Cannabidiol. Antioxidants (Basel, Switzerland), 9(1), 21. https://doi.org/10.3390/antiox9010021 Rojas-Valverde, D., & Fallas-Campos, A. (2023). Cannabidiol in sports: insights on how CBD could improve performance and recovery. Frontiers in pharmacology, 14, 1210202. https://doi.org/10.3389/fphar.2023.1210202 Palmieri, B., Laurino, C., & Vadalà, M. (2019). A therapeutic effect of cbd-enriched ointment in inflammatory skin diseases and cutaneous scars. La Clinica terapeutica, 170(2), e93–e99. https://doi.org/10.7417/CT.2019.2116

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Extracción de CBD con aceite de oliva

No todos los métodos de extracción de CBD requieren maquinaria compleja o sustancias raras para obtener buenos resultados. Para algunos, basta con lo que hay en la cocina y un poco de paciencia. El aceite de oliva, que todos conocemos muy bien, también puede ser la base de un proceso sencillo para extraer cannabidiol. Veamos las claves que toman en cuenta quienes usan este método de extracción de forma práctica. ¿Por qué elegir el aceite de oliva para extraer CBD? La extracción de cannabidiol a partir de la planta de cannabis puede realizarse utilizando distintos disolventes, y el aceite de oliva representa una de las alternativas más naturales y seguras. Este ingrediente, ampliamente utilizado en la alimentación y cosmética, posee propiedades que lo hacen apto para disolver compuestos liposolubles como los cannabinoides. Su riqueza en grasas saludables, su estabilidad ante el calor moderado y su perfil antioxidante contribuyen a preservar la integridad del extracto final. Propiedades del aceite de oliva como disolvente natural El aceite de oliva virgen extra contiene ácidos grasos monoinsaturados que favorecen la solubilidad del CBD y otros compuestos presentes en el cannabis. Además, su carácter no tóxico permite su uso sin necesidad de procesos de purificación complejos. Gracias a sus componentes antioxidantes naturales, como la vitamina E y los polifenoles, se mejora la estabilidad del producto final, reduciendo su oxidación. Comparación con otros métodos de extracción Entre los métodos más comunes, el etanol y el CO₂ supercrítico son frecuentemente empleados en entornos industriales. El primero ofrece una extracción rápida, pero puede arrastrar sustancias no deseadas como clorofila. El segundo proporciona alta pureza, aunque implica equipos costosos y conocimientos técnicos especializados. Frente a estas opciones, el aceite de oliva destaca por su facilidad de uso y por permitir un proceso artesanal accesible a pequeña escala. Ventajas del uso casero y su seguridad La elaboración de extractos de CBD con aceite de oliva no requiere instalaciones complejas ni manipulación de sustancias peligrosas. El procedimiento puede realizarse con utensilios de cocina comunes, lo que lo convierte en una alternativa viable para quienes buscan preparar sus propios productos derivados del cannabis en contextos domésticos. Su bajo riesgo lo posicionan como un método seguro para usos personales no comerciales. Métodos de extracción con aceite de oliva Existen principalmente dos formas de extraer compuestos del cannabis utilizando aceite de oliva: la infusión en caliente y la maceración en frío. Cada técnica presenta características particulares en cuanto a eficiencia, conservación de compuestos y tiempos de preparación. Infusión en caliente: proceso y beneficios La infusión con calor consiste en calentar el aceite junto con la materia vegetal previamente descarboxilada, favoreciendo la disolución de los cannabinoides. Este método permite obtener un extracto activo en pocas horas, con una concentración apreciable y buena biodisponibilidad. Sin embargo, el control de la temperatura es crucial para evitar la degradación de terpenos sensibles al calor. Maceración en frío: una opción más lenta pero preservadora En contraste, la maceración en frío se basa en dejar el cannabis en contacto prolongado con el aceite a temperatura ambiente. Aunque este método requiere varias semanas para completarse, presenta la ventaja de conservar de forma más íntegra el perfil de terpenos y otros compuestos volátiles. La concentración final de CBD suele ser más baja que en la infusión caliente, pero con un espectro más completo. Proceso de la extracción en caliente Este procedimiento permite obtener un extracto funcional con buena concentración de CBD, utilizando materiales accesibles y sin equipos especializados. Materiales necesarios Se requiere flores de CBD, aceite de oliva virgen extra, horno, olla para baño maría o cocción lenta, colador de malla fina o gasa, y frascos de vidrio oscuros para el almacenamiento. Preparación del cannabis: secado y descarboxilación Antes de iniciar la infusión, es necesario activar los cannabinoides a través de la descarboxilación. Para ello, se desmenuzan las flores y se hornean durante 30 a 40 minutos a una temperatura de entre 110 y 120°C, removiendo ocasionalmente para asegurar una exposición uniforme. Mezcla y proporciones recomendadas Después de la descarboxilación, se mezclan las flores CBD con el aceite en una olla. Una proporción frecuente es 1:1 (gramo de cannabis por mililitro de aceite), aunque puede ajustarse según la concentración deseada. La mezcla se calienta entre 60 y 100°C durante 2 a 3 horas, evitando que el aceite llegue a hervir. El movimiento ocasional favorece la transferencia de compuestos activos al disolvente. Filtrado y conservación del extracto Una vez enfriada la mezcla, se procede a su filtrado utilizando una gasa o colador fino, eliminando residuos sólidos. El extracto se almacena en frascos opacos, en un lugar fresco y seco. En estas condiciones, puede mantenerse estable durante varios meses. Preguntas frecuentes ¿Cuál es la mejor temperatura para extraer CBD con aceite de oliva? La extracción resulta más efectiva cuando se mantiene una temperatura entre 60 y 100°C, lo que permite disolver los cannabinoides sin degradarlos. Temperaturas superiores pueden deteriorar compuestos sensibles como los terpenos. ¿Cuánto dura el extracto una vez preparado? Si se almacena correctamente en un frasco oscuro, alejado de la luz y el calor, el extracto puede conservar sus propiedades durante aproximadamente seis meses. Su vida útil puede variar según la exposición al oxígeno y la calidad inicial del aceite. ¿Es posible aumentar la concentración de CBD? Sí. Una mayor proporción de materia vegetal por volumen de aceite incrementa la concentración de cannabinoides. También se puede reutilizar el aceite en una segunda infusión con material fresco, aunque esto puede afectar el perfil de sabor y textura. Conclusión La extracción de CBD utilizando aceite de oliva representa una alternativa accesible, natural y segura frente a métodos industriales más complejos. Su sencillez técnica y bajo riesgo permiten su implementación en contextos domésticos, facilitando la elaboración de extractos funcionales sin necesidad de equipamiento especializado. Aunque su concentración suele ser inferior a la de otros métodos, esta técnica conserva un perfil rico en compuestos naturales y ofrece un punto de entrada práctico para quienes desean explorar la preparación artesanal de derivados del cannabis. Si estás

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Cómo eliminar botrytis en cogollos secos

Los procesos de cultivo suelen recibir una atención meticulosa por parte de quienes trabajan con cáñamo, desde la selección de las semillas hasta el cuidado durante la floración. Sin embargo, una vez finalizada la cosecha, todavía quedan etapas críticas que pueden determinar el estado final de las flores: el secado y el curado. Estos momentos no solo son esenciales para preservar la textura y el aroma, sino que también representan un momento en que hay que cuidarlos de enfermedades y enemigos silenciosos, como la botrytis. Este hongo, también conocido como moho gris, puede desarrollarse incluso después de que los cogollos cbd han sido recolectados y almacenados. La presencia de humedad interna, combinada con condiciones ambientales inadecuadas, puede desencadenar su aparición y arruinar todo el cultivo. Comprender cómo eliminar la botrytis en cogollos secos implica conocer a fondo sus causas, sus señales y las estrategias que permiten controlarla antes de que comprometa toda una cosecha. A continuación, veremos los aspectos que los cultivadores toman en cuenta para prevenir esta amenaza común en sus cultivos de flores CBD. ¿Qué es la botrytis y cómo afecta a los cogollos secos? La botrytis, comúnmente conocida como moho gris, es uno de los enemigos silenciosos más persistentes en el mundo del cultivo de cáñamo. Este hongo patógeno tiene la capacidad de aparecer en distintos momentos del proceso, desde la floración hasta incluso después del secado, cuando todo parece estar bajo control. En el caso de los cogollos ya secos, su presencia puede resultar especialmente frustrante, ya que afecta a flores que, en apariencia, habían superado todas las etapas críticas del cultivo. El desarrollo del moho gris en flores secas no solo tiene implicaciones estéticas, sino que también compromete su integridad. Las manchas grisáceas, la pérdida de firmeza y el olor húmedo son algunos de los indicadores más evidentes. Según observaciones científicas recientes, este hongo no necesita demasiado para activarse: basta con que se generen ciertas condiciones internas dentro del cogollo para que encuentre un entorno propicio y comience su expansión (Buirs et al., 2025). Características del moho gris La botrytis cinerea es un hongo oportunista. Esto significa que puede permanecer inactivo durante días o semanas, sin dar señales de su presencia, hasta que detecta humedad y calor suficientes para comenzar a crecer. En estudios sobre cultivo en invernadero se ha observado que los días más críticos para su aparición se sitúan entre la quinta y sexta semana de floración. Durante este periodo, el interior de los cogollos suele registrar temperaturas y niveles de humedad más altos que el entorno general, favoreciendo así su aparición. Las flores infectadas pierden su firmeza, adquieren una textura blanda o quebradiza, y en algunos casos pueden mostrar una capa fina y algodonosa de color gris. Este aspecto no es solo una cuestión visual: la botrytis altera directamente la estructura de la flor, debilitando sus tejidos y disminuyendo su capacidad de conservación. Condiciones que favorecen su aparición La aparición de botrytis no ocurre al azar. Existen una serie de condiciones ambientales y físicas que, cuando coinciden, crean el escenario perfecto para su desarrollo. El primer factor clave es la humedad residual. Aunque el secado parezca completo en la superficie, el interior de las flores puede seguir reteniendo agua, sobre todo en variedades especialmente densas. De hecho, se ha registrado que la humedad relativa dentro del cogollo puede ser hasta un 15% más alta que en el ambiente exterior, y la temperatura interna puede aumentar 2,5 °C por encima de la del invernadero. Este microclima cálido y húmedo no es fácil de detectar a simple vista, pero crea un entorno estable para que las esporas de botrytis se activen. La ventilación deficiente también tiene un papel importante en este proceso. En espacios donde el aire no circula con fluidez, se forman bolsas de humedad que, al quedar atrapadas entre los cogollos, sirven como punto de partida para la infección. Estas situaciones suelen agravarse durante los meses de verano y principios de otoño, cuando las condiciones exteriores tienden a ser más templadas y húmedas. Por eso el control ambiental es fundamental durante todos los momentos del proceso, incluso en la etapa de poscosecha. Pequeñas variaciones en humedad y temperatura pueden desencadenar problemas importantes si no se identifican a tiempo. Errores comunes que aumentan el riesgo La aparición de botrytis en cogollos secos no siempre se debe a causas externas. En muchos casos, ciertos errores durante la manipulación y conservación de las flores pueden favorecer su aparición, incluso cuando el cultivo ha sido exitoso hasta ese momento. Esta sección aborda algunas de las prácticas que, aunque comunes, pueden generar condiciones que activan la presencia del hongo. Secado inadecuado o acelerado El proceso de secado es una etapa delicada que requiere paciencia y control. Cuando se expone a las flores a un calor excesivo o a una ventilación demasiado agresiva, la superficie externa puede secarse rápidamente, dando una falsa sensación de que el proceso ha terminado. Sin embargo, el interior del cogollo puede seguir reteniendo humedad, y esa diferencia interna se convierte en un factor de riesgo. Con el tiempo, esa humedad atrapada puede favorecer la formación de hongos, incluso semanas después del secado. Además, un secado apresurado puede dañar los compuestos aromáticos y volátiles naturales de la flor, reduciendo su integridad tanto en términos de conservación como de calidad. Fallos en el manicurado o curado El manicurado, es decir, la remoción de hojas pequeñas alrededor del cogollo, también influye en el desarrollo de la botrytis. Si se realiza de forma muy superficial, pueden quedar restos vegetales que almacenan humedad. En cambio, si se hace de forma demasiado agresiva, se expone directamente la flor, facilitando su deshidratación y debilitando su estructura. Durante el curado, el almacenamiento hermético sin una adecuada ventilación periódica puede provocar que la humedad liberada por el cogollo quede atrapada. Esta condensación interna genera el entorno exacto que la botrytis necesita para activarse. Por eso, la aireación controlada durante las primeras semanas es tan importante: evita que se formen condiciones internas

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Cogollos Marrones Secos

Bajo ciertas condiciones, incluso las flores más cuidadas pueden mostrar signos inesperados de deterioro. A veces, lo que comienza como un leve cambio en el color o la textura de los cogollos termina revelando un problema más profundo. ¿Qué factores llevan a que una flor CBD se vuelva marrón? ¿Qué puede significar? El aspecto marrón y seco que en ocasiones aparece no es una simple cuestión estética. En este artículo, exploramos cómo el entorno, los procesos de cosecha y ciertas enfermedades inciden en la salud del cogollo, y qué medidas usan los cultivadores para ayudar a preservar su estado óptimo. ¿Por qué algunos cogollos se tornan marrones y secos? La transformación de cogollos frescos y compactos en estructuras marrones y quebradizas puede generar preocupación, tomando en cuenta que en el cáñamo la calidad visual y estructural es un indicador clave de buena conservación. Aunque ciertas variedades presentan colores más oscuros por naturaleza, el cambio no deseado hacia un tono marrón apagado, acompañado de rigidez o fragilidad, suele estar asociado a problemas. Comprender qué procesos están involucrados en esta degradación es el primer paso para mantener flores saludables y preservar sus características. Factores Ambientales: Humedad, Temperatura y Ventilación En cualquier espacio de cultivo, las condiciones ambientales actúan como pilares fundamentales que sostienen la vitalidad de las flores. Cuando los niveles de humedad son elevados y la ventilación escasa, el entorno se vuelve propicio para la proliferación de hongos. Por el contrario, ambientes muy secos provocan que los cogollos se deshidraten rápidamente, perdiendo su elasticidad y tornándose quebradizos. La temperatura también influye significativamente. Un calor excesivo acelera la pérdida de agua y de compuestos volátiles que contribuyen a la consistencia natural de las flores. En cambio, temperaturas frías durante la floración pueden ralentizar el desarrollo general de la planta. En conjunto, estos factores son la clave que determinará el aspecto, la textura, la estructura y la calidad general de los cogollos. Errores Comunes en el Secado y Manicurado Una vez finalizada la cosecha, el siguiente desafío es el secado, un proceso delicado que influye directamente en el aspecto y la conservación de las flores. Si se realiza en condiciones inadecuadas, con ventilación excesiva o calor alto, los cogollos pueden secarse de forma desigual. Esto genera una superficie dura mientras el interior retiene humedad, lo que favorece la aparición de moho con el paso de los días. El manicurado, es decir, el retiro de hojas pequeñas alrededor de las flores, también tiene implicaciones importantes. Si se realiza de forma superficial, pueden quedar restos vegetales que conservan humedad o dificultan el curado uniforme. En el otro extremo, un manicurado excesivo puede dejar los cogollos demasiado expuestos, facilitando una deshidratación prematura. La clave está en encontrar un equilibrio que garantice tanto la buena presentación como la conservación adecuada. Enfermedades y Plagas que Afectan la Apariencia La salud de las flores también puede verse afectada por factores biológicos, como hongos e insectos, que alteran su coloración, textura y estructura. Identificar estas amenazas a tiempo permite tomar medidas eficaces antes de que se produzcan daños irreversibles. Botrytis: El moho gris en cogollos La botrytis, también conocida como moho gris, afecta con frecuencia a los cogollos durante la etapa final del cultivo, especialmente cuando las condiciones de humedad y ventilación no están bien controladas. Este hongo puede desarrollarse de manera silenciosa, sin señales visibles, hasta que la floración avanza y el microclima dentro del cogollo se vuelve más cálido y húmedo. De acuerdo con un estudio reciente realizado en invernaderos, los momentos más críticos para su aparición coinciden con etapas avanzadas de floración. En ese periodo, la humedad y la temperatura dentro de los cogollos superan las del entorno, generando el ambiente perfecto para que la enfermedad se active (Buirs et al., 2025). El movimiento constante del aire y la elección de variedades menos densas para los meses o espacios más humedos son factores clave que ayudan a reducir su impacto. Otras infecciones fúngicas: Oidio y Fusarium Además de la botrytis, existen otros hongos que afectan directamente a la calidad de los cogollos. El oidio suele manifestarse como una capa blanca y polvorienta sobre hojas y flores. Aunque puede parecer inofensivo al principio, esta capa bloquea el proceso de fotosíntesis, debilitando gradualmente a la planta y afectando la salud general de las flores. El Fusarium, por su parte, actúa de manera más invisible. Ataca las raíces y los tallos, provocando una especie de marchitamiento progresivo. A menudo, las plantas afectadas presentan un aspecto decaído sin motivo aparente hasta que se revisa el sistema radicular. Esta infección también está relacionada con condiciones de humedad excesiva y sustratos mal aireados. Prevenir su aparición implica prestar atención al drenaje y mantener condiciones controladas en la base del cultivo. Plagas habituales: Ácaros y trips Los insectos diminutos también pueden provocar la aparición de cogollos que lucen secos, dañados o decolorados. Entre los más comunes se encuentran los ácaros y los trips, que se alimentan de la savia vegetal, dejando pequeñas manchas, decoloraciones o telarañas finas en las hojas y flores. Cuando estas plagas atacan los cogollos, no solo alteran su aspecto, sino que debilitan la estructura general de la flor, volviéndola más susceptible a la deshidratación. Algunos métodos naturales de control incluyen la introducción de insectos beneficiosos, el uso de jabón potásico y la limpieza regular del entorno. Mantener un entorno limpio y bien gestionado suele marcar la diferencia en la prevención de este tipo de daños. Estrategias de Prevención para Mantener la Calidad A lo largo de todo el proceso, desde la fase vegetativa hasta la cosecha, mantener condiciones estables es clave para conservar la integridad de las flores. Durante los meses más cálidos, especialmente en verano y principios de otoño, las plantas pueden volverse más susceptibles al deterioro, en particular aquellas variedades con flores muy densas o cerradas. Evitar niveles extremos de humedad, reforzar la ventilación en el espacio de cultivo y optar por genéticas menos compactas son decisiones que pueden marcar una gran diferencia en este periodo crítico.

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