A veces convivimos con gatos que parecen no tenernos mucho cariño, o al menos eso muestran con sus acciones. Puede que gruñan, bufen, lancen un zarpazo rápido o muerdan en momentos en los que no esperamos una reacción así. También puede pasar que un gato que llevaba años comportándose de manera tranquila empiece a mostrarse arisco o irritable solo con nosotros. Esto suele dejar un montón de preguntas en el aire: ¿por qué pasa?, ¿qué está tratando de decir?, ¿hay algo que podamos hacer para que deje de reaccionar así?, ¿será una señal de que necesita ayuda?, ¿y el CBD podría tener algún papel en estos cambios?
El origen de la agresividad en los gatos
Los comportamientos agresivos pueden resultar desagradables, pero muchas veces están ahí para comunicar algo. Un bufido, un manotazo o un mordisco pueden ser la manera en que el gato expresa incomodidad, estrés, miedo o la necesidad de proteger algo que considera importante. También existen situaciones en las que una condición física, como dolor o malestar, vuelve al gato más reactivo. Un gato asustado o enfermo normalmente responde con más intensidad, por lo que cualquier estímulo puede parecerle más difícil de manejar.
Por eso es tan importante observar si la agresividad aparece de manera repentina o si el gato empieza a comportarse de una forma que no encaja con su rutina habitual. En esos casos, hablar con un veterinario es clave, ya que muchos problemas físicos o emocionales pueden pasar desapercibidos al principio y manifestarse únicamente a través de la conducta.
Factores que pueden desencadenar agresividad en gatos
Además de las causas generales, existen factores puntuales que pueden activar reacciones agresivas. Son situaciones que aumentan la tensión interna del gato y lo hacen responder con más fuerza de la habitual. Entender estos detonantes ayuda a interpretar mejor lo que está pasando.
Estrés y tensión emocional
El estrés influye con fuerza en el comportamiento felino. Cuando un gato se siente sobrecargado, se vuelve más sensible a los estímulos que lo rodean. Según Weller et al. (2024), actividades como el transporte o la interacción con desconocidos pueden elevar su frecuencia cardíaca y respiratoria, señales claras de que su organismo está funcionando con mayor exigencia. Con ese nivel de tensión, reacciona más rápido y con menos tolerancia, lo que facilita que aparezcan conductas agresivas.
Estados de sobreexcitación o falta de calma
Hay momentos en los que el gato no logra volver a un estado de tranquilidad después de una situación estresante. Loutfi et al. (2024) describen comportamientos como inquietud constante, tensión muscular, vigilancia excesiva y alteraciones en su descanso natural. Cuando un gato permanece así por mucho tiempo, incluso un estímulo pequeño puede detonar una respuesta brusca. Son señales de que su nivel de activación está por encima de lo que puede manejar.
Miedo como raíz de la agresividad felina
El miedo extremo está detrás de muchos bufidos, zarpazos y huidas. Herramientas como la escala FAS permiten evaluar diferentes niveles de miedo, ansiedad y estrés. Loutfi et al. (2024) observaron que, ante estímulos percibidos como amenazantes, los gatos muestran incrementos claros en reactividad y defensividad. Cuando un gato está asustado, responde primero y analiza después, lo que aumenta la probabilidad de que aparezca un comportamiento agresivo.
Cómo el CBD podría influir en conductas agresivas
El interés por el CBD en animales ha crecido porque muchas personas buscan maneras de reducir el estrés o mejorar el bienestar emocional de sus gatos. Aunque cada individuo responde de forma distinta, existen estudios que ayudan a entender qué tipo de cambios se han observado en situaciones relacionadas con estrés, miedo y malestar físico. Ten en cuenta que muchos de estos estudios emplearon CBD oral, una variedad que se usa bajo condiciones de investigación y observación muy específica, y en contextos legales de otros paises donde está permitido. En España, este tipo de productos solo están autorizados para su uso tópico. Aségurate de consultar la normativa de tu región o país antes de usar CBD para hacer uso responsable.
Relajación y mejor regulación emocional
Algunas investigaciones muestran comportamientos asociados con un estado emocional más estable. Loutfi et al. (2024) registraron en ciertos gatos señales de descanso y tranquilidad durante situaciones estresantes, como momentos prolongados de relajación y somnolencia ligera. De manera independiente, Weller et al. (2024) observaron menos reactividad y una actitud más calmada al interactuar con personas desconocidas. Son indicios de que, para algunos individuos, es posible mantener un nivel de tensión más bajo en contextos que normalmente desencadenarían incomodidad.
Disminución de respuestas defensivas relacionadas con el miedo
Loutfi et al. (2024) encontraron reducciones claras en conductas defensivas y agresivas al evaluar el progreso de los gatos mediante la escala FAS. Reportaron una mejora general del 83,3% y más de un tercio de los individuos finalizaron el estudio sin signos visibles de estrés. Por separado, Weller et al. (2024) observaron que los gatos se mantenían en el entorno experimental sin alejarse ni intentar escapar, algo relevante en contextos que suelen detonar miedo. Ambas observaciones, tomadas de manera independiente, apuntan a menos intensidad en las respuestas asociadas al miedo.
Influencia indirecta sobre la agresividad mediante el alivio del dolor
El malestar físico puede estar muy relacionado con cómo reacciona un gato ante su entorno. En perros con dolor crónico, Marliani et al. (2024) documentaron cambios positivos en la conducta, incluyendo menos comportamientos repetitivos y una actitud más equilibrada tras una reducción del dolor. En gatos, Gutierre et al. (2023) registraron una mejora del 61% en la escala de dolor y un retorno a rutinas cotidianas como caminar con soltura o usar el arenero. Además, Miranda-Cortés et al. (2023) reportaron indicios de mejora en casos de inflamación cutánea. Cada estudio aporta, por separado, la idea de que reducir el dolor puede ayudar a que los animales se comporten de manera más estable y menos reactiva.
Precauciones al lidiar con la agresividad en gatos
La agresividad puede ser una forma de expresar malestar, miedo o dolor. Por eso es fundamental consultar con un veterinario si notas cambios repentinos o comportamientos que no encajan con lo habitual. Antes de tomar cualquier decisión sobre el CBD o cualquier otra medida, es importante contar con una evaluación que ayude a identificar posibles causas físicas o emocionales. Esto permite actuar con más claridad y darle al gato el apoyo que realmente necesita.
¿Sirve el CBD para humanos en gatos?
Es común preguntarse si un aceite CBD normal podría funcionar también en gatos. La respuesta es que no. Los aceites formulados para humanos suelen tener concentraciones, combinaciones de compuestos y características que no están adaptadas al organismo felino. Los gatos procesan ciertas sustancias de manera distinta y, por eso, necesitan fórmulas diseñadas específicamente para ellos.
Si después de hablar con profesionales decides explorar esta opción, lo adecuado es buscar aceites CBD para gatos, donde los componentes estén ajustados a lo que su cuerpo puede manejar. Estas variantes suelen tener proporciones diferentes y están pensadas para evitar elementos que podrían resultar demasiado fuertes para ellos.
Un vistazo más amplio al bienestar felino
Cuando un gato muestra agresividad, suele haber algo detrás que merece atención. Conocer los factores que influyen en su conducta, entender cómo pueden afectarle el estrés, el miedo o el dolor y consultar con especialistas cuando sea necesario te permite acompañarlo con más seguridad. El CBD aparece como un tema de interés porque algunos estudios han observado cambios positivos en contextos de tensión, pero siempre debe considerarse dentro de un enfoque más amplio que priorice el bienestar físico y emocional del gato.
Referencias
- Gutierre, E., Crosignani, N., García-Carnelli, C., di Mateo, A., & Recchi, L. (2023). A case report of CBD and THC as analgesic therapy in a cat with chronic osteoarthritic pain. Veterinary medicine and science, 9(3), 1021–1025. https://doi.org/10.1002/vms3.1057
- Loutfi, A., Mnayer, D., & Mounayar, H. (2024). The use of cannabidiol as a potential treatment to reduce fear aggression in cats. Dairy and Veterinary Science Journal, 17(1), Article 555953. https://doi.org/10.19080/JDVS.2024.17.555953
- Marliani, G., Vaccari, L., Cavallini, D., Montesano, C. S., Buonaiuto, G., & Accorsi, P. A. (2024). Assessing the effectiveness of cannabidiol additive supplementation on canine behavior and cortisol levels. Heliyon, 10 (10), e31345. https://doi.org/10.1016/j.heliyon.2024.e31345
- Miranda-Cortés, A., Mota-Rojas, D., Crosignani-Outeda, N., Casas-Alvarado, A., Martínez-Burnes, J., Olmos-Hernández, A., Mora-Medina, P., Verduzco-Mendoza, A., & Hernández-Ávalos, I. (2023). The role of cannabinoids in pain modulation in companion animals. Frontiers in veterinary science, 9, 1050884. https://doi.org/10.3389/fvets.2022.1050884
- Weller, J. E., Flint, H. E., Hunt, A. B. G., Ellerby, Z., & King, T. (2024). Investigating the effect a single dose of cannabidiol has on measures of stress in cats when being transported in a carrier and meeting a novel person in an unfamiliar environment. Frontiers in Veterinary Science, 11. https://doi.org/10.3389/fvets.2024.1476296