En el mundo de los cannabinoides cada poco tiempo aparecen nombres nuevos que llaman la atención. A veces los lees en un blog, los ves en la etiqueta de un producto o alguien te los menciona y la primera reacción suele ser la misma: confusión. ¿Será algo parecido al THC o al CBD? ¿Será lo mismo que el HHC? ¿Por qué surgen tantos nombres distintos?
El 10-OH es uno de esos términos recientes. Ha empezado a aparecer en páginas especializadas y en productos que circulan en el mercado, y por eso genera tantas preguntas. Aquí vamos a explicarte con calma qué significa, qué lo diferencia de otros cannabinoides y por qué existen variantes como esta.
Variantes de cannabinoides: por qué aparecen nuevas formas
Si solo conocías al THC y al CBD, los cannabinoides más famosos, quizá te sorprenda descubrir que no son los únicos. Hoy existen muchas variantes que circulan en el mercado y en las conversaciones, resultado del creciente interés de los expertos por explorar el mundo del cannabis. Estas variantes surgen porque los investigadores y la industria buscan descubrir lo que pequeños cambios en la molécula pueden causar en la manera en que funciona un cannabinoide, y como esto cambia sus efectos y mecanismos de acción.
Conviene recordar que, cuándo hablamos de cannabinoides, podemos separarlos según su origen: cuando se encuentra en la planta, como el THC o el CBD, se le llama fitocannabinoide, porque existe de manera natural. En cambio, si se obtiene unicamente en un laboratorio, se habla de un cannabinoide sintético. Sin embargo, muchos fitocannabinoides se pueden sintetizar en un laboratorio incluso cuándo existen en la planta, como veremos más adelante.
Cómo se crean estas variantes
Una forma sencilla de entenderlo es pensar en una molécula como un bloque de construcción. En el laboratorio, los químicos pueden añadir o quitar piezas diminutas, grupos químicos, para modificar su forma. Ese pequeño cambio puede hacer que la molécula encaje de manera distinta en el cuerpo. Piensa, una vez más, en los bloques de construcción: el organismo posee receptores que son como ranuras en las que pueden entrar (o no) esos bloques, y cambiar su forma puede también cambiar la manera en que interactúa con el cuerpo.
Esto se logra a través de técnicas de química orgánica que permiten armar moléculas paso a paso o ajustar las que ya existen (Schlatter, 2014). Algo interesante es que no todos los cannabinoides fabricados en laboratorio son exclusivamente “sintéticos”. Muchas veces lo que se hace es replicar moléculas que ya existen en la planta. Incluso ha pasado que se sintetiza primero en laboratorio y, tiempo después, se descubre que esa variante también estaba en la planta en cantidades muy pequeñas.
Cómo entender el nombre 10-OH
El nombre parece complicado, pero en realidad es sencillo cuándo se entienden los esquemas de nombres químicos que usan los expertos. La parte “-OH” significa que la molécula tiene un grupo hidroxilo, formado por oxígeno e hidrógeno. El número “10” indica el lugar exacto de la molécula donde se coloca ese grupo.
Ese detalle, aunque parezca mínimo, cambia ligeramente la forma de la molécula y, por lo tanto, cómo interactúa en el cuerpo.
Diferencia entre 10-OH-THC y 10-OH-HHC
Cuando hablamos de 10-OH, en realidad podemos referirnos a dos variantes distintas.
10-OH-THC: se encuentra en la planta en cantidades muy pequeñas y también puede producirse en laboratorio. Algunos reportes señalan que se parece al THC, pero con un perfil más suave.
10-OH-HHC: se obtiene únicamente en laboratorio a partir del HHC, un cannabinoide que también está presente en la planta, aunque en niveles muy bajos. Al estar más cerca del HHC que del THC, se comenta que comparte más con el primero y suele describirse como más moderado.
Por qué se desarrollan cannabinoides como el 10-OH
La aparición de nombres como 10-OH responde a varias razones. Por un lado, existe la búsqueda de perfiles diferentes y matices que no ofrecen los cannabinoides más clásicos. Por otro, está la necesidad de ajustarse a cambios legales que limitan unas moléculas y dejan espacio para otras. También hay una curiosidad científica por entender cómo un cambio tan pequeño puede influir en la intensidad o en la duración de lo que las personas sienten.
Además, parte de la investigación en torno al cannabis busca identificar posibles beneficios ocultos en moléculas poco exploradas. En ocasiones, los resultados de esos estudios se convierten en productos que llegan al mercado, y por eso empiezan a sonar términos que antes eran desconocidos.
Lo que se sabe sobre los efectos del 10-OH
Aquí conviene ser claros: todavía no hay estudios sólidos sobre el 10-OH. La información que circula viene sobre todo de artículos divulgativos, páginas comerciales y testimonios de usuarios. Por esto, es importante tomar todos estos datos con pinzas. Pero, en general, lo que se repite es que se describe como una experiencia más suave en comparación con otros cannabinoides.
Sensaciones atribuidas al 10-OH-HHC
Las personas dicen que el 10-OH-HHC se relaciona con calma, con un bienestar ligero y con un perfil más estable que otros cannabinoides. Se reporta que los efectos no son tan marcados y que tienden a sentirse de manera más moderada. Como ocurre con todos los cannabinoides, cada persona lo percibe de manera diferente.
Posibles efectos secundarios del 10-OH
También se mencionan molestias que resultan familiares en esta familia de compuestos: sequedad en la boca, cansancio, nerviosismo o malestar estomacal. No son muy distintos de los posibles efectos secundarios de otros cannabinoides, pero al tratarse de una variante nueva y poco estudiada conviene prestar todavía más atención y consultar con un profesional de la salud en caso de sentir algún malestar.
Legalidad del 10-OH
En cuanto a la regulación, el 10-OH todavía se considera legal en la mayoría de los lugares donde circula. A diferencia de lo que ha pasado con otros cannabinoides como el HHC, que ya han sido restringidos en algunos países, el 10-OH se mantiene dentro de un marco permitido. Eso sí, aplica la misma regla que para otros productos con cannabinoides: el contenido de THC debe mantenerse por debajo del 0,2% para cumplir con la normativa vigente en muchos territorios. Dicho de otro modo, mientras se respeten esos límites, el 10-OH entra dentro de la legalidad actual, aunque esto puede cambiar con el tiempo, por lo que es importante estar atentos a la legislación actual en tu región antes de realizar cualquier compra o hacer uso de productos con cannabinoides.
Las oportunidades en el futuro del 10-OH
A diferencia de los productos de CBD, que ya cuentan con una gran cantidad de investigación, o incluso del HHC, que empieza a ser estudiado con más atención, sobre el 10-OH todavía hay muy poca información. La mayor parte de lo que se dice es anecdótico, y aún no hay análisis que observen con detalle, por ejemplo, sus efectos a largo plazo. Por eso, la recomendación más sensata es mantener la cautela y tratarlo como un terreno en exploración. Sin embargo, esto no tiene que ser tomado como un negativo: también es un mundo de posibilidades.
A medida que la ciencia ponga su atención en el 10-OH, también es posible que descubra beneficios y características únicas que le den su propia identidad y lugar dentro del mercado de cannabinoides y del bienestar. Por eso es importante apoyar la investigación sobre cannabis, pues hay aún un mundo de posibilidades por descubrir.
Conclusión: cómo ubicar al 10-OH en el mapa de cannabinoides
El 10-OH es una variante reciente, producto de un pequeño ajuste químico en moléculas que ya conoces. Aunque aún falta investigación, saber qué significa y cómo se describe te permite no solo entender esta molécula, sino comprender la manera en que evoluciona cada día el mundo de los cannabinoides. Más allá de sus detalles técnicos y químicos, el 10-OH es un ejemplo de cómo la ciencia y el mercado siguen explorando las posibilidades del cannabis, dónde aún nos pueden estar aguardando muchas sorpresas.
Referencias
Schlatter, J. (2014). Synthetic cannabinoids: Synthesis and biological activities. In Atta-ur-Rahman (Ed.), Studies in natural products chemistry (Vol. 43, pp. 291–311). Elsevier. https://doi.org/10.1016/B978-0-444-63430-6.00009-6