¿Qué es el CBDP?
Todos hemos escuchado hablar del CBD y el THC, pero las investigaciones recientes sobre cannabinoides han revelado que el cannabis contiene una diversidad de moléculas que apenas estamos empezando a explorar. Entre ellas se encuentra el CBDP, un fitocannabinoide que ha captado la atención de algunos grupos científicos por su estructura poco común y su potencial biológico aún por descubrir. En este artículo te contamos qué se sabe hasta ahora sobre él, en qué se diferencia del CBD que ya conoces y qué tipo de investigaciones se están desarrollando para descubrirlo. ¿Qué es el CBDP o cannabidiforol? Aunque su nombre recuerda al CBD, el CBDP o cannabidiforol forma parte de una subfamilia de cannabinoides conocidos como phoroles, un grupo recientemente identificado en la planta de cannabis y caracterizado por tener una cadena alquílica de siete carbonos. Esta variación en su estructura química es poco común entre los cannabinoides naturales y es la clave del interés que ha despertado. Algunos creen que los compuestos con esta característica tienen una potencia superior, como parece ser el caso del THCP, otro cannabinoide de la misma subfamilia. Se considera un fitocannabinoide natural, ya que ha sido identificado en la planta de cannabis. Sin embargo, actualmente no es posible conseguir plantas de CBDP de la misma manera en que obtenemos flores de CBD. El cannabidiforol aparece en cantidades extremadamente bajas de forma natural, lo que hace muy difícil su obtención directa. Por esa razón, el CBDP que se encuentra hoy en el mercado suele ser elaborado en procesos de laboratorio a partir de extractos aislados. Es por esto que suele encontrarse como un cannabinoide semisintético, a pesar de existir de forma natural dentro de la planta. Historia del descubrimiento del CBDP Hoy en día se le reconoce como un componente natural del cannabis, pero su historia comenzó en un laboratorio, décadas atrás. En 1945, se documentaron por primera vez los efectos del THCP, otro cannabinoide con estructura similar, a través de un análogo sintético, es decir que fue creado en laboratorio. Estas primeras observaciones abrieron el camino para que, eventualmente y gracias al avance de las técnicas de síntesis, se pudiera producir también el CBDP en laboratorio, incluso antes de saber que existía en la planta. Pero mucho tiempo después, en 2019, un equipo logró detectar pequeñas cantidades de CBDP en una variedad específica de cannabis. Este hallazgo permitió reclasificarlo como fitocannabinoide, es decir, como un compuesto producido naturalmente por la planta. Sin embargo, su presencia sigue siendo tan escasa que la mayoría de lo que se estudia sobre él proviene de versiones sintéticas. Al ser un cannabinoide tan escaso, hay aún muy pocos estudios sobre él, por lo que su perfil biológico y sus características todavía se encuentran en etapas muy tempranas de investigación (Haghdoost et al., 2024). ¿En qué se diferencia del CBD (a nivel estructural)? Desde una perspectiva química básica, la diferencia principal entre el CBDP y el CBD es la longitud de la cadena lateral alifática que forma parte de su estructura molecular. Mientras el CBD posee una cadena de cinco carbonos, el CBDP se caracteriza por tener una de siete carbonos. ¿Por qué esto importa? Porque se ha planteado la hipótesis de que las cadenas laterales más largas podrían aumentar la afinidad con ciertos receptores del cuerpo, haciéndolos potencialmente más eficaces. Esta idea ganó fuerza a partir del caso del THCP, que parece tener efectos e interacciones más fuertes que el THC (Haghdoost et al., 2024). A partir de ahí, muchos se preguntaron si algo similar ocurriría con el CBDP respecto al CBD. Sin embargo, los estudios actuales no respaldan del todo esa suposición. El estudio de Haghdoost et al. (2024), uno de las pocas investigaciones disponibles sobre este compuesto, no encontró mayores diferencias en su potencia e, incluso, señaló que el CBD podría ser más efectivo en ciertos casos. Por eso, aunque estas diferencias estructurales son importantes, aún queda mucho por investigar para comprender cómo se traducen en efectos reales en el cuerpo. Diferencias de los efectos del CBDP respecto al CBD Entonces, ¿el CBDP se comporta distinto en el cuerpo? Para entender esto, es útil recordar cómo funcionan los cannabinoides en el organismo. Estos compuestos interactúan con el sistema endocannabinoide, una red de receptores que ayuda a regular funciones clave como el dolor, el apetito, el estado de ánimo o la respuesta inmunitaria. Los receptores más conocidos son el CB1, relacionado con el sistema nervioso, y el CB2, que actúa principalmente sobre el sistema inmune. En estudios recientes, como el de Haghdoost et al. (2024), se analizó la interacción tanto del CBD como del CBDP con estos receptores. Los resultados mostraron que ambos compuestos generaron respuestas bastante suaves. En el CB1, ninguno de los dos produjo efectos significativos. En el CB2, el CBD mostró una actividad ligeramente mayor. También se evaluaron otros receptores como los de serotonina y dopamina, asociados a funciones como el estado de ánimo o la motivación. Allí, el CBD mostró una leve actividad, mientras que el CBDP tuvo un comportamiento casi nulo. A pesar de estas similitudes, se observó una diferencia interesante en uno de los receptores fuera del sistema endocannabinoide tradicional, lo que abrió una posible línea de investigación que exploramos a continuación. Potencial del CBDP para manejar el dolor Uno de los hallazgos más relevantes del estudio fue la forma en que el CBDP interactuó con el receptor mu-opioide (MOR), una proteína clave en los mecanismos del dolor. Este receptor no pertenece al sistema endocannabinoide, pero es esencial en muchas terapias analgésicas tradicionales. En el estudio, el CBDP mostró una acción distinta a la del CBD: en lugar de disminuir la actividad del receptor (como lo hace el CBD), pareció potenciarla cuando ya había otra sustancia actuando sobre él. Esto sugiere que el CBDP podría actuar como un modulador alostérico positivo. En otras palabras, no activa el receptor por sí solo, pero podría ayudar a amplificar su señal si otro compuesto ya lo ha activado. Este tipo de interacción abre la